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negociaciones con el segundo mejor postor

La renuncia del ganador de la subasta retrasa la venta del edificio de los aparejadores de Alicante 

6/09/2020 - 

ALICANTE. La venta del edificio de la calle Rafael Altamira de Alicante que debía convertirse en sede institucional del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación (COAATIEA) tropieza temporalmente con un nuevo contratiempo. El ganador de la subasta celebrada en marzo, de identidad desconocida, ha renunciado a la adjudicación del inmueble, con lo que sigue sin completarse la operación. De hecho, el colegio profesional sigue manteniendo negociaciones con el segundo postor mejor posicionado para confirmar si mantiene su interés por adquirir el edificio.

A priori, el cambio en el proceso, que se comunicó al conjunto de colegiados a finales de julio, no debería suponer un excesivo quebranto por lo que respecta a las diferencias económicas entre las ofertas de los compradores que pujaron por la compra. El postor que se impuso en la convocatoria de venta pública había ofrecido un precio de 1.721.000 euros, frente a los 1.705.000 planteados por el segundo clasificado, también desconocido. De hecho, la mínima diferencia entre las dos propuestas, de solo 15.000 euros, queda prácticamente compensada con la incautación de la garantía que ya había llegado a depositar el primer interesado, por un importe de 11.000 euros. Tampoco tendría un efecto trascendental una hipotética renuncia del segundo postor, ya que la tercera mejor propuesta pujó por el edificio por un precio de 1.700.000 euros.

El problema, no obstante, podría plantearse en el caso de que este tercer interesado también desistiese de su opción de compra, ya que, hasta el momento, la asamblea del colegio solo había acordado ofrecer el inmueble a las ofertas situadas en ese límite de 1,7 millones. La cuarta mejor puja ya fue por un importe sustancialmente menor, de 1.350.000 euros, y la quinta y última se ajustó al precio mínimo exigido en la convocatoria de subasta: 1.100.000. Así, para poder negociar con alguno de estos dos últimos licitadores, se debería adoptar un nuevo acuerdo en asamblea con el fin de que se autorizase plantear el ofrecimiento.

Por lo pronto, la renuncia solo ha provocado un retraso en la operación por la que el colegio trata de soltar lastre y desprenderse de un activo adquirido hace 16 años que hasta ahora solo ha supuesto tener que asumir gastos de conservación y pago de impuestos. Con todo, en cierto modo la renuncia del ganador habría supuesto cierto desconcierto, en la medida en que la segunda convocatoria de subasta (la primera, celebrada en septiembre de 2019, quedó desierta al no presentarse ninguna oferta válida) sí despertó una inusitada guerra de pujas. Sobre todo, durante la última jornada del plazo previsto para presentarlas. En esa fecha, el pasado 2 de marzo, llegaron a inscribirse hasta 15 pujas distintas. Tanto que el cierre del proceso tuvo que alargarse hasta las 23:00 horas, cuando el plazo previsto inicialmente para su clausura expiraba a las 18:00 horas.


Hasta ahora, sigue sin conocerse la identidad de los posibles compradores que pudieron pujar por adquirir el inmueble. Solo ha trascendido que el propio Ayuntamiento de Alicante sondeó la posibilidad de llegar a un acuerdo para asumir la propiedad del edificio. Sin embargo, no llegó a plantearse una propuesta oficial de manera formal, después de que se descartase la viabilidad de un acuerdo de permuta.

Lo cierto es el que al edificio no le faltan atractivos. Al menos por lo que respecta a su ubicación, en pleno centro de la ciudad, a menos de 300 metros del edificio del Ayuntamiento, en un entorno en el que está proliferando el aterrizaje de inversiones hoteleras. Al margen del Hotel Amérigo (el único cinco estrellas de la ciudad), ya se construye un segundo hotel junto al propio edificio consistorial, promovido por Corisa. Además, el fondo Vista prevé iniciar este otoño las obras de un tercer establecimiento en la confluencia entre Altamira y Alberola Romero.

El inmueble del COAATIEA está formado, en realidad, por dos edificios que completan toda la manzana unidos en una única finca registral. En su conjunto, ocupan 500 metros cuadrados y disponen de una superficie útil de 1.400 metros. Se componen de planta baja, entreplanta y dos alturas.      

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