La renovación de Mascarell reafirma la apuesta continuista en la plantilla

ALICANTE (EFE). La renovación del centrocampista Omar Marcarell, quien ha prolongado su contrato hasta 2025, confirma la apuesta continuista del Elche en su plantilla para la próxima temporada.

El club ilicitano, que aún no ha realizado ni un solo fichaje, ha garantizado durante los últimos meses la continuidad en el grupo de la columna vertebral que logró una plácida permanencia el pasado curso.

Tras cerrar la renovación del técnico, Francisco Rodríguez, antes incluso de finalizar el campeonato el club confirmó la continuidad de jugadores como Josan Ferrández, Diego González o Ezequiel Ponce, este último tras ejecutar una opción de compra.

Posteriormente, el club cerró la renovación del argentino Javier Pastore, el jugador franquicia de la entidad, aunque su estado físico tras dos años de lesiones dejaba algunas dudas, y de Pere Milla, con el que la entidad había mantenido un conflicto sobre la duración de su contrato.

La guinda a las renovaciones la puso este mismo viernes el Elche al anunciar que Omar Mascarell, su jugador más cotizado y el fichaje de mejor rendimiento del pasado curso, firmaba un nuevo contrato por tres temporadas.

Mascarell era el único de los jugadores indiscutibles en la plantilla que quedaba sin definir su futuro, por lo que con su continuidad el Elche se asegura mantener la misma estructura de equipo, a falta de los retoques que pueda encontrar en el mercado en forma de fichajes.

Solo una posible venta del argentino Lucas Boyé o del colombiano Johan Mojica, dos jugadores cotizados en el mercado, puede alterar algo los planes en la configuración de la plantilla, si bien desde el club se recuerda que la entidad está en una buena situación económica y no necesita vender efectivos.

El propietario del Elche, el agente futbolístico argentino Christian Bragarnik, ya anunció antes del verano que no cerrará las puertas a los jugadores que deseen aceptar ofertas de clubes de superior nivel, si bien remitió al pago de sus respectivas cláusulas de rescisión.

Además, la posible venta de alguno de estos jugadores más que como un daño a la política deportiva se analiza como una posibilidad para ganar poder económico y poder acudir al mercado y optar a jugadores de gran nivel.