ALICANTE. El equipo de Gobierno del PP en el Ayuntamiento de Alicante pudo confirmar este jueves que no va a ser tarea fácil que los grupos de la oposición den el respaldo necesario para que su propuesta de rebaja fiscal pueda aprobarse. El grupo municipal de Compromís comunicó al edil de Hacienda, el popular Carlos Castillo, el desacuerdo que suscita gran parte de su planteamiento hasta el punto de llegar a calificarlo como "demagógico y electoralista" en un discurso todavía más contundente de lo que lo fue, el martes, la imposición de condiciones por parte de Ciudadanos (Cs).
Es más, el portavoz municipal de la coalición valencianista, Natxo Bellido, avanzó que su formación difícilmente podría apoyar la iniciativa del PP si planteaba "una bajada de impuestos lineal" sin tener en cuenta "ninguna perspectiva social ni de género" y si se limitaba a modificar algunos aspectos puntuales, en lugar de promover una reforma en profundidad -como, a su juicio, procede- "para realizar una política fiscal redistributiva que compense las desigualdades sociales".
Así, Compromís planteó su propia propuesta, con una batería de medidas alternativas que permitiese incrementar las bonificaciones sobre el IBI a las viviendas de protección oficial (hasta el 50% en los primeros cinco años, por ejemplo), a las familias numerosas (que, en función del valor catastral de la vivienda, podría oscilar entre el 10% para aquellas de un valor superior a 125.000 euros y el 50% para las de hasta 25.000). Además, contempla a la apuesta por la bonificación de las energías renovables, además de la creación de una bolsa de ayudas al pago del IBI con criterios de renta o en casos de violencia de género, por ejemplo.
La coalición dejó claro que se opone a una rebaja general del 5% en el tipo del impuesto por dos motivos básicos. Primero, porque eso supone una reducción media de los recibos de solo 17 euros. Para Compromís, se trataría de una rebaja poco significativa a título individual, si se compara con la merma de ingresos que supondría con la consiguiente pérdida de posibilidades de que se ejecuten inversiones en beneficio de la ciudad. Y segundo, porque incidieron en que en Alicante, la presión fiscal en torno al IBI es baja respecto a las que se da en otras ciudades del entorno con tipos impositivos más altos (Benidorm, Elche, Alcoy o Elda), de modo que consideraron que la reducción que se plantea no resulta prioritaria.
Al contrario, en su paquete de medidas, Compromís plantea subir el IBI hasta el 50% en el caso de viviendas vacías o ampliar el censo de sujetos fiscales -para que el Ayuntamiento recaude más- con los inmuebles propiedad de la Iglesia no destinados al culto.
Sobre el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), Compromís plantea que se establezcan bonificaciones a las empresas que fomenten la contratación indefinida. Y sobre el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), defiende que se apliquen bonificaciones del 75% para vehículos eléctricos e híbridos a lo largo de todo su tiempo de vida.
La cuestión es que Castillo también encontró reticencias en los encuentros que también mantuvo a lo largo de la jornada con los dos concejales no adscritos. En primer término, el exconcejal de Cs, Fernando Sepulcre (que viene ejerciendo como socio estable del PP en la Diputación), mostró su predisposición a respaldar toda rebaja de impuestos "y con más razón si de lo que se trata es de facilitar que vengan empresas a nuestra ciudad". Sin embargo, señaló que mantenía ciertas dudas sobre "rebajar el IBI, siendo uno de los más bajos de la provincia, ya que al final te puedes ahorrar al año 12 euros y no ingresar 4 millones a las arcas municipales, que nos vendrían muy bien para inversiones".
En segundo lugar, la exrepresentante de Guanyar, Nerea Belmonte, que -a la postre, facilitó la toma de posesión del popular Luis Barcala al emitir un voto en blanco en el pleno de investidura- tampoco garantizó su apoyo a la iniciativa. A preguntas de Alicante Plaza, se limitó a señalar que la propuesta, aunque le pareciese "interesante" es todavía "un borrador". "Mi posición la decidiré cuando esté el documento final" en función de si se incluyen sus propuestas de modificación, como que se delimite un límite temporal para la bonificación del IAE para empresas que se instalen en Alicante o que esa bonificación "sea diferente según el número de puestos de trabajo que se creen o según el número de personas con discapacidad que contraten", por ejemplo.
Tras los encuentros de este jueves, el PP todavía debe mantener una próxima reunión con representantes del grupo municipal de Guanyar, el próximo lunes. La plataforma electoral que lidera EU ya anunció en junio que su intención era plantear sus propias propuestas de modificación, entre las que también se incluye el incremento de las bonificaciones del IBI para familias numerosas o la posibilidad de que se aplique el impuesto a los bienes de la Iglesia no sujetos al culto.
De lo que no cabe duda es de que Guanyar también venderá caro su posible respaldo a la rebaja impositiva del PP, por lo que, por el momento, los populares solo siguen teniendo garantizados los votos de sus 8 concejales. Para que la reforma de las ordenanzas fiscales pueda aprobarse, el equipo de Gobierno debe reunir más votos a favor que en contra.
Por su parte, la portavoz del grupo socialista, Eva Montesinos, añadió este jueves, a colación de su decisión de no acudir a la reunión con el concejal de Hacienda, que el PSOE planteará sus propias propuestas, sin llegar a participar en un encuentro que no iba a tener "ningún contenido y que sólo era un paripé". "Ya le explicamos que le haríamos llegar nuestro planteamiento; lo que nos preocupa es que el PP se empeñe en bajar los impuestos a las empresas y no a las personas", concluyó.