MADRID (EP). Las matriculaciones de vehículos en España experimentaron una fuerte reducción del 85,3%, hasta alcanzar un volumen de 4.169 unidades, durante la primera semana en la que ha estado en vigor la declaración de estado de alarma como consecuencia de la propagación del coronavirus.
Según datos de la consultora MSI para la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), esta cifra se compara con la misma semana del ejercicio anterior y este desplome está vinculado a la declaración del estado de alarma, que ha motivado que la gente no pueda salir de sus casas salvo en caso de necesidad y el cierre de los puntos de venta.
Las unidades que se matricularon en los primeros días laborables después de la puesta en marcha de este paquete de medidas por parte del Gobierno para luchar contra el coronavirus corresponden a operaciones que ya se habían cerrado con anterioridad, por lo que ya estaban pagadas o cuya financiación había sido abonada y de las que solo quedaba pendiente su matriculación.
Así, entre el 16 y el 22 de marzo, los datos a los que tuvo acceso Europa Press apuntan que las entregas en el canal de clientes particulares se situaron en 2.457 unidades en este período, un 81,3% menos, mientras que las firmas de alquiler compraron 340 unidades, un 95,1% menos.
Por su parte, las matriculaciones de turismos y vehículos comerciales entre las empresas se situaron en 1.372 unidades durante la primera semana completa desde la declaración de estado de alarma, lo que representa una caída del 83,5% respecto a dichos días de 2019.
En lo que va de mes, las ventas de vehículos en España acumulan un retroceso del 35,8%, con un volumen de 41.565 unidades. De este total, 18.517 unidades se concentraron en el canal de particulares, un 29,7% menos.
Las empresas compraron 14.314 unidades en los primeros veinte días de marzo, lo que supone una disminución del 26,3%, al tiempo que la marcas de 'rent a car' alcanzaron un volumen de 8.734 unidades, un 54,1% menos.
Fuentes de Faconauto indicaron a Europa Press que el dato de caída en la primera semana desde la declaración del estado de alarma solo refleja la "parálisis total del sector", con un nivel de matriculaciones "nunca visto antes" y resultado del cierre de todas las redes de concesionarios.
"Sabemos que es el precio que hay que pagar para frenar la pandemia y lo que ya estamos haciendo es empezar a trabajar para que, tan pronto acabe esta situación excepcional, el automóvil recupere lo antes posible cierta normalidad", aseguraron.