ALICANTE. Los micros abiertos de poesía son una oportunidad, bien para ojear nuevos talentos, bien para que los más afianzados mejoren sus skills y reciban feedback. Gracias al coraje que le blindó su participación en un recorrido de micros abiertos, la alicantina María Ovelar ha publicado su primer poemario. Una ruta poética que ha animado a la escritora a compartir más allá del petit comité de estos escenarios sus creaciones, en la que es su ópera prima poética, Las oceánicas (Valparaíso Ediciones). En ella teje a lo largo de cinco partes diferenciadas el feminismo, cuentos infantiles repensados desde otra mirada y temas universales como la muerte o la soledad.
Con prólogo de la Premio Nacional de Poesía 2020, Olga Novo, la obra rezuma novedad en sus poemas, ya que la mayoría son de creación reciente. "La segunda parte -llamada La soledad es un país al que viajar- fue escrita entera durante el confinamiento", ejemplifica lo reciente de la obra. Un apartado que reflexiona sobre la soledad y el confinamiento, con su luz (el lado positivo, el ejercicio de introspección y de autoconocimiento) y la sombra (la angustia de estar encerrados). La poesía comprometida y la reescritura de los cuentos y los mitos se notifica en la primera de las cinco partes-No me llames musa-, repensando "todos aquellos arquetipos que nos han contado desde pequeñas, que no son así y que merecen ser narradas desde nuestro punto de vista", apunta.
Siguiendo con la estructura, el Eterno Retorno devuelve recuerdos de la adolescencia de la escritora, para dejar paso a Huye de la palabra, donde surgen las reflexiones filosóficas y metaliterarias en la búsqueda del sentido de la vida en la literatura, cerrando con una última parte -El sonido del (des)amor-, donde la autora prende fuego a los fantasmas de las relaciones tóxicas. Un quintento que se cohesiona, según define la autora, por "la búsqueda de exorcizar a través de la palabra. Hay mucha letanía, coros, frases que se repiten como una especie de estribillo. Se trata de un exorcismo de traumas o experiencias negativas que he vivido yo, pero que, comentándolo con otras personas, me he dado cuenta de que muchas de nosotras lo hemos experimentado", traslada, en lo que supone una vivencia colectiva.
Se trata de un poemario en el que, además, Ovelar crea su propia mitología, con un nuevo personaje, las oceánicas, inspiradas en los oceánidas, unos dioses fluviales en la Grecia clásica, pero con la voluntad de otorgarles una mirada femenina. De ahí también la vinculación con el elemento acuoso, a través de la "obsesión" de la autora por las figuras mitológicas marinas, como las ondinas, las náyades... "es decir, todas las ninfas que tienen que ver con el agua; yo quería inventarme una propia", confiesa. "Son las brujas del agua que sienten todo de manera muy oceánica".
Aunque es su primer poemario publicado, este arte no le pilla de nuevas, pues es una escritora ya experimentada, si bien reacia a publicar sus creaciones: "Primero, por perfeccionismo; yo me limitaba a mí misma. Y, segundo, porque hasta que no empecé a compartir mi poesía en micros abiertos no me di cuenta del poder sanador, de exorcismo y de catarsis que tenía también para los demás", confiesa la poeta, que asegura estar "muy contenta" con su estreno en Valparaíso, una editorial que comparte con Joan Magarit, a quien califica como uno de sus poetas favoritos.
La alicantina, que publicó el poemario en los últimos meses de 2021, visitó la provincia en diciembre para realizar una primera presentación en la librería Pynchon & Co y tiene pendiente organizar alguna otra cuando la pandemia se calme. Si bien, su mirada está más enfocada en Sant Joan d'Alacant, donde ha vivido bastante tiempo, aunque en la actualidad reside en Madrid. Por el momento, el jueves 13 de enero otra ciudad podrá conocer el poemario, con una presentación en Numax, una librería de Santiago de Compostela, si bien la obra ya conoce Madrid (con tres presentaciones), Valencia y Granada con, también, sus respectivas ferias del libro.