Los veladores instalados en la calle Castaños.ALICANTE. Los planes de peatonalización del Centro Tradicional de Alicante para el eje de la Avenida de la Constitución, calle Bailén, calle Castaños y Gabriel Miró tendrán que esperar. Como mínimo, el informe de asesoría externa con el que se trata de evaluar posibilidades -adjudicado por el Ayuntamiento de Alicante a una UTE en noviembre de 2018-, no estará finalizado y entregado previsiblemente hasta diciembre de este año, de acuerdo con la prórroga concedida por el equipo de Gobierno en funciones, del PP, en la Junta Local de este martes.
La extensión del plazo de entrega de los trabajos se adopta a petición de la propia UTE, constituida por los gabinetes Idom Consulting, Engineering, Architecture SAU, A-Ingenia Research and Consulting, tras esgrimir la necesidad de contar con un tiempo adicional para recopilar nueva información antes de formular su propuesta de alternativas definitiva con una mayor fundamentación.
El estudio de alternativas se encuentra ahora en la fase de participación pública para la presentación de aportaciones
En principio, el plazo de ejecución del contrato era de seis meses, lo que implicaba que debía estar entregado a finales de este mes de mayo. Sin embargo, según la UTE adjudicataria, la demora en la obtención de información previa, la coincidencia de varios periodos festivos que afectan al calendario de entrega y el desarrollo del proceso de participación pública han imposibilitado el desarrollo del encargo en la fecha requerida.
De hecho, la UTE sí ha sometido el estudio de alternativas a la fase de participación pública con la presentación de un documento al que ya se han registrado varias aportaciones. Entre ellas, las formuladas por los grupos municipales de Compromís (en las que plantea que no se produzca una restricción al tráfico de manera permanente) y de Guanyar, cuyas propuestas se dieron a conocer precisamente este martes, con una apuesta por la reordenación restrictiva de los veladores.
Sea como fuere, el equipo de Gobierno acepta ahora esa solicitud de prórroga, a la vista de los informes técnicos en los que no se expresa reparo alguno, al considerarse que las modificaciones propuestas en el contrato -aunque no previstas de inicio- no son sustanciales. Así, la fase final del trabajo que conlleva la entrega del proyecto arquitectónico y proyecto de construcción se retrasa hasta finales de año.
