ALICANTE. Hace poco más de dos años que se incorporaba a la disciplina del Elche. La víspera de Reyes de 2019, Edgar Badía (Barcelona, 1992) estampaba su firma en un contrato que cinco meses después era novado, ampliando la duración hasta junio de 2022.
Desde casi el principio se convirtió en una pieza básica del equipo que entonces entrenaba José Rojo 'Pacheta', pero su importancia se fue multiplicando con el paso del tiempo, resultando clave en la permanencia de la 2018/19, todavía más en el ascenso del pasado agosto y especialmente en este curso en Primera División: el pasado fin de semana, a diez minutos para el final del duelo directo por la salvación en el Coliseum Alfonso Pérez, le detenía una pena máxima al exfranjiverde Ángel García.
Era su partido 89 con el Elche, todavía lejos de la cifra en que defendió la portería del Reus (194), pero ya cerca de los 118 del alcoyano Alfonso Vidal, es decir, de entrar en el 'top 6' de metas con más encuentros oficiales con el equipo franjiverde, que integran Pazos, 'Patxi' Iru, 'Willy' Caballero, 'Boby' Esteban y Miguel Recio.
Al igual que el curso pasado en Segunda A, después de 28 partidos Edgar es el meta que más para de la categoría con 98 paradas (91 rechaces y 7 balones atajados) y tres penas máximas detenidas de las siete que le han lanzado.
"Buenos números" en palabras del barcelonés que, eso sí, recuerda que el fútbol es un deporte de equipo: "Ocupo la posición más individual de un deporte colectivo; son buenos números, que reflejan que estoy haciendo bien las cosas, pero cuando uno siente que todo va bien es cuando el equipo consigue sus objetivos", insiste Badía, que se define como "un tío normal, muy autoexigente, que trata de hacerlo cada día mejor" y confiesa que "muchas veces el aficionado seguro que piensa que qué partidazo he hecho y yo estoy en casa mientras enfadado porque decidí mal en alguna acción; pasa más de lo que la gente piensa".
Edgar identifica la proactividad y la concentración como dos de sus principales rasgos: "Trato de prever las situaciones que puedan suceder en los partidos, en juego y a balón parado y entre ellas están los penaltis", dice el meta solo unos días después de haber detenido en Getafe su tercera pena máxima de las últimas ocho que le han lanzado (si contamos la de Javi Ros en la vuelta de las semifinales del 'play-off' de ascenso), un 'arte' en la reconoce su buen momento y en la que considera clave "la intuición, ir con fe". Al tiempo, considera la concentración "fundamental" para "ser regular en los partidos, mantener siempre un mismo nivel": "Los porteros participamos en los partidos mucho más que con las paradas, por eso debemos tener puestos los cinco sentidos puestos, estar concentrados para participar del juego tanto ofensivo como defensivo", manifiesta Edgar que dice no quedarse "con ninguna parada en particular; me quedo con todas y especialmente por la que está por venir, la de nos acerca al objetivo". Eso sí, el choque ante el Real Madrid con el que el Elche despidió un 2020 mágico en clave franjiverde, merced a un empate que bien pudo ser victoria, es junto a la victoria sobre el Eibar dos de los encuentros del presente curso que confiesa que le han dejado mejor sabor de boca.
Ascenso tardío
El meta barcelonés entiende que se han visto lastrados por el ascenso tardío, pero ahora se encuentran en su mejor momento: "Ascendimos a finales de agosto y la Liga empezaba el 10 de septiembre; la planificación deportiva, el descanso de los jugadores, todo se vio afectado de cara a una temporada muy exigente por lo que partimos con desventaja, pero casi desde el primer día hemos competido ante todos los rivales y ahora estamos más sólidos, somos más equipo", dice Badía, que identifica como clave el "pequeño cambio de estilo" que ha acompañado la llegada de Fran Escribá al banquillo franjiverde.
"En defensa estamos cada vez más sólidos, nos llegan con menos facilidad: eso da mucha seguridad y es muy importante en esta categoría; y en ataque somos más prácticos que con Jorge Almirón, con el que hicimos un buen trabajo con el juego combinativo pero no obteníamos frutos", amplía Edgar Badía, que también apunta a "la experiencia en la categoría" que tiene el nuevo técnico.
Apodos y La Roja
En su época en el Reus le apodaban 'Pantera Rosa' porque "jugaba de rosa" y últimamente se le conoce como 'El Santo', algo que considera "muy bonito porque es el apodo de Iker Casillas, el portero español que más nos ha dado, el que mayor rendimiento ha ofrecido y uno de mis ídolos", si bien recuerda que es "Edgar" para la familia y amigos" y no necesita apodos.
Las redes sociales no solo bullen refiriéndose a Badía como El Santo, también piden con insistencia su convocatoria con La Roja: "Sería fantástico, pero no es algo que me desgaste ahora mismo; no soy quien para decir si estoy al nivel o no, hago méritos pero cumplir el objetivo con el Elche", zanja por la vía rápida el meta, que las para todas también fuera de los terrenos de juego.
Permanencia y futuro
Para la consecución del objetivo de la permanencia, el portero franjiverde pide "ir partido a partido" porque "hacer cuentas no sirve para nada": "Donde piensas que ganas seguro vas y pierdes y luego ganas donde pensabas que ibas a perder", insiste Edgar, que recuerda que tiene contrato y está muy contento en el Elche por lo que si se le pregunta en la próxima temporada se imagina "el Martínez Valero lleno en Primera".
Por cierto, respecto al asunto de las camisetas y, más concretamente, la anécdota de Leo Messi pidiéndole intercambiar las elásticas, Edgar reconoce que le hizo ilusión porque "es el mejor jugador del mundo y probablemente de la historia", pero confiesa que para él es más importante contar con la camiseta de los compañeros del Reus, del Elche, la de Nino "por todo lo que significa", la del exfranjiverde Pol Freixanet o las de Ter Stegen y Thibaut Courtois" en la temporada del debut en Primera". Este verano todas ellas lucirán en las paredes del gimnasio de su casa de Menorca.
