ALICANTE. La constructora alicantina CHM Obras e Infraestructuras, principal exponente del sector en la provincia por volumen de negocio y empleo, sorteó la pandemia para volver a aumentar su facturación y su beneficio en 2020. Un año en el que la actividad de la firma no estuvo exenta de problemas (especialmente, sus proyectos en Argelia), pero que gracias a la diversificación de su actividad y la fortaleza de sus distintas ramas de negocio -construcción civil, construcción residencial, servicios, mantenimiento, obras hidráulicas y ahora energías renovables- no solo capeó la covid, sino que mantuvo la línea ascendente de los últimos años.
Como contó Alicante Plaza, 2020 fue también el año en que la familia Martínez Berna, propietaria de la empresa y del grupo del que forma parte (Grupo Vallalba), dio por superada su crisis reputacional y volvió a situar a uno de los hermanos al frente del consejo, tras la salida de Rafael y Tomás Martínez Berna en 2017 (condenados por financiar al PPCV en una sentencia de conformidad) y el fichaje del técnico Vicente Vilanova para pilotar el cambio de etapa. Desde octubre del pasado año, de esta forma, el presidente del consejo de CHM es José Francisco Martínez Berna, presidente también del consejo del Grupo Vallalba.
En este escenario, CHM Obras e Infraestructuras experimentó un crecimiento del 8% en su facturación, hasta alcanzar los 108 millones de euros (100 millones en 2019), y se anotó también un importante incremento del beneficio. Concretamente, del 30%, hasta los 2,91 millones (2 millones en el ejercicio anterior). La constructora alicantina encadena así un largo ciclo de beneficios después de impuestos, y un lustro además con un incremento constante en el resultado neto.
La memoria de las cuentas de 2020, consultada por Alicante Plaza, indica que "la pandemia no ha tenido un especial impacto en la actividad de la empresa en España", aunque pese a todo la firma adoptó diversas medidas para mitigar posibles impactos, como la ampliación de las líneas de financiación disponibles y otros ajustes organizativos. Sin embargo, la actividad en Argelia sí se vio afectada por las restricciones para la entrada en el país, lo que redujo de manera significativa la actividad de su unión de empresas en la zona: la producción cayó hasta los 1,7 millones de euros, cuando un año antes fue de 6,16 millones.
Por otra parte, durante el ejercicio 2020 CHM adquirió el 80% del capital de la mercantil Es Mercadal Solar SL, con el objetivo de desarrollar, ejecutar y explotar una planta fotovoltaica en Menorca. Esta sociedad, junto con las constituidas en 2019 por la propia CHM con otros socios, como SPV Torrente de Cinca Solar y SPV Pancrudo Solar, engloban los proyectos de energías renovables que tiene en marcha el grupo para los próximos ejercicios, y que se van a convertir en su nueva gran apuesta.
El ejercicio 2020 también fue testigo de la puesta en funcionamiento de las nuevas instalaciones de la UTE Urbahormar (de la que CHM participa al 35%) para gestionar el tratamiento de residuos de Elche y el Baix Vinalopó. "Durante el ejercicio 2020 se han puesto en completo funcionamiento estas nuevas instalaciones, cumpliendo con la legislación medioambiental vigente. Esta inversión implica la automatización de la planta aumentando la recuperación de materiales y el envío de un menor número de residuos al vertedero", indica la memoria.
Al cierre del pasado año, según indica la memoria, CHM ya tenía cerrada una cartera de contratos por valor de cerca de 200 millones de euros para los próximos años (incluyendo la actividad internacional). De dicha cartera forman parte como clientes, entre otros, el Ministerio de Fomento, Adif y distintos fondos de inversión para los que CHM construye la edificación residencial de sus promociones.