FOTO: VisitAltea ALTEA. El Ayuntamiento de Altea ha aprobado en el pleno de manera inicial la nueva ordenanza de ocupación de vía pública. El documento saldrá a exposición pública por un plazo de 30 días para que los interesados puedan presentar alegaciones al mismo, tras lo cual, se resolverán y procederán a la aprobación final y el comienzo de su vigencia. Entre otros asuntos, el Consistorio ha explicado que este nuevo reglamento cambia la forma de regular las terrazas de hostelería, pasando de tener en cuenta las mesas y las sillas, a hacerlo por metros cuadrados.
Una propuesta que, recordó la concejal de Altea Amb Trellat, Anna Alvado, se lleva desde el 2017. Por aquel entonces, el Consistorio preparaba esta nueva ordenanza contando con la opinión de empresarios y vecinos. Un diálogo que aseguró la edil del PP, Rocío Gómez, no se ha mantenido en los últimos años: "Ahora lo traen deprisa y corriendo", aseguró. Por su parte, la regidora de Ciudadanos, Amalia Campomanes, resaltó lo oportuno de este documento para controlar la ocupación de la vía pública.
Otro de los asuntos que incluye esta normativa en periodo de alegaciones es la prohibición de los cerramientos fijos o desmontables de cualquier material rígido en las terrazas, además, no se autorizarán cierres verticales. También se prohíbe la colocación en la vía pública de expositores, máquinas expendedoras, etc. y se recomienda que las estufas sean de energía renovable.
“Me gustaría recalcar que la mayoría de establecimientos ya cumplían las directrices que marca la ordenanza, que la mayoría de los establecimientos están dentro de la legalidad, pero algunos no, y estos incurren en infracciones urbanísticas y hacen competencia desleal. Quiero agradecer la colaboración de hosteleros, comerciantes, políticos, técnicos y la ciudadanía para la elaboración de esta ordenanza tan necesaria”, dijo en el pleno el concejal de Infraestructuras, Diego Zaragozí. Por su parte, el concejal de Comercio, Miguel de la Hoz, reseñó la participación ciudadana en el texto así como lo positivo que será para la localidad.
La portavoz de Altea amb Trellat, Anna Alvado, hizo varias propuestas al gobierno local, entre las que se encuentra que los empresarios puedan colocar un elemento en la fachada, que esté relacionado con la cultura alteana, o que pase de recomendación a exigencia que las estufas de terraza sean de energía renovable.
Con todo, el texto marca que el incumplimiento del mismo supondrá sanciones para el establecimiento de hasta 3.000 euros. Zaragozí cerró su turno de palabra para la defensa de la moción explicando que la intención es que la ordenanza sea "viva" y se pueda moldear en función de su aplicación real y los cambios que puedan ir surgiendo socialmente. Una de las novedades que también trae la nueva regulación es la creación de un inspector de calle, que tendrá funciones de control, levantamientos de acta e inspección. "Ayudará a los comerciantes y hosteleros a adaptarse a esta ordenanza", dijo Zaragozí.
La norma fue finalmente aprobada, provisionalmente, por Compromís, PSOE, C’s y Altea amb Trellat. El PP votó en contra por no estar de acuerdo con las formas, al tiempo de señalar que se le había rechazado sus propuestas. Entre ellas, explicaba que había alternativas para los cerramientos para, entre otros asuntos, evitar inclemencias del tiempo como el viento.
