ALICANTE. Sigue la fiebre solar en la provincia de Alicante, con un nuevo proyecto que esta vez mira a la capital. Concretamente, a la zona de Fontcalent, donde ya hay otras dos plantas solares de distinta potencia en tramitación. Según publica este lunes el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), la firma Besolar Energy SL, domiciliada en la localidad murciana de Calasparra, ha iniciado la exposición pública de las solicitudes de implantación en suelo no urbanizable, autorización administrativa previa y licencia de construcción para una central solar fotovoltaica de casi 9 MW de potencia en el entorno de Fontcalent.
Besolar Energy, fundada hace tres años, es una de las filiales del grupo EBL Spain, la sociedad con la que opera en España la multinacional suiza especializada en energías renovables y telecomunicaciones EBL. La sociedad, al frente de la cual se encuentra el ejecutivo murciano Isaac Hernández Vallés, tiene su domicilio en la localidad de Calasparra, en la central termosolar que impulsó la propia EBL en el que fue su primer proyecto en España. EBL adquirió Besolar Energy a la valenciana Green B2E, una consultora especializada en poner en marcha proyectos fotovoltaicos, en agosto de 2021, cuando la planta de Fontcalent ya estaba definida y había iniciado sus trámites.
Según el anuncio publicado en el BOP por la Dirección Territorial de Industria, Energía y Minas de la Generalitat, la planta solar 'FV Alicante' cuenta con un presupuesto de 6,4 millones de euros, y está compuesta por un campo generador de 14.560 módulos fotovoltaicos conectados con 40 inversores de 215 kW. La potencia nominal instalada será de 8,6 MWp, y la línea de evacuación, subterránea, volcará la energía generada en la subestación transformadora de San Vicente del Raspeig, como el resto de plantas proyectadas en la zona.
Los grupos generadores y la subestación PSF Alicante afectan al polígono 42, parcela 75, del término municipal de Alicante. La central fotovoltaica ocupará una superficie de 14,6 Hectáreas, de las que aproximadamente el 50%, según los cálculos del colectivo conservacionista Ecologistes en Acció, afectan al saladar de Fontcalent, una zona incluida en el catálogo de protecciones del Ayuntamiento de Alicante. En este sentido, el portavoz del colectivo en Alicante, Carlos Arribas, ya ha anunciado que Ecologistes presentará alegaciones al proyecto durante su fase de exposición al público, y también está previsto que lo haga Amigos de los Humedales del Sur (AHSA), liderado por el exconcejal Miguel Ángel Pavón.
Los mismos colectivos ya presentaron alegaciones en 2020 al proyecto de planta fotovoltaica que impulsa en la misma zona la firma alicantina de renovables Prosolia Energy, en este caso de 13 MW de potencia, por el mismo motivo: su afección a la zona protegida del saladar de Fontcalent. Prosolia, a través de su filial NRG Park, que es quien impulsa el proyecto, recurrió para tramitar la planta a la Declaración de Interés Comunitario (DIC), al iniciarla antes de que entrase en vigor el cambio normativo del Consell para agilizar las plantas solares. La DIC para este proyecto está pendiente de resolución.
La fiebre solar impulsada por el fin del impuesto al sol, las políticas favorables a las energías renovables y el escenario de inflación energética actual se ha encontrado como aliado el interés del Consell en fomentar la fotovoltaica, dado que la potencia instalada en estos momentos en la Comunitat está muy lejos del objetivo. No obstante, tanto las administraciones locales como la propia Generalitat están siendo especialmente celosas en la tramitación de los proyectos: varios consistorios han decidido modificar su planeamiento para limitar estas instalaciones, al tiempo que muchas de ellas han sido denegadas en la zona del Alto Vinalopó por su impacto ambiental.