ALICANTE. Esta semana tenemos en La Entrevista de Alicante Plaza a Ramón González Ferriz, consejero editorial de Llorente y Cuenca y columnista y consejero editorial de El Confidencial. Este año ha publicado Los años peligrosos (Debate).
Estamos asistiendo al tensionamiento de la democracia, un sistema en el que se amparan y defienden todos los partidos políticos, ¿crees que es la democracia un bien absoluto en sí mismo?
La democracia la identificamos con el hecho de votar, y lo cierto es que eso es solo una parte, en realidad implica una serie de características, como la igualdad, la libertad de expresión… pero sí que creo que es un bien absoluto, porque el gran invento de la democracia no es sólo como escogemos al gobierno sino porque es el único sistema que implica una igualdad real para toda la ciudadanía, eso va más allá del sistema político. Si que es cierto que hay diferentes concepciones de la democracia, hay gente que por ejemplo cree que a día de hoy no vivimos en una democracia plena sino que está controlado por los poderes económicos.
Estamos evolucionando a una especie de democracia plebiscitaria, estamos abocados a un sistema que va a limitar desgraciadamente las libertades, a mí, sinceramente, me da un poco de miedo.
En una conferencia que diste con Manuel Arias Maldonado dijiste que los periodistas no habían sabido hacer un periodismo de calidad para poder repeler las noticias de los medios menos fiables, ¿tú crees que hay malos periodistas o todos tienen la patente de corso o una especie de bula?
Que hay un montón de malos periodistas, que hay un montón de bulos, y que hay una parte sustancial del periodismo que basa su periodismo en nichos ideológicos es algo de lo que no hay ninguna duda. El problema es que puede hacer un gobierno o un Congreso de los Diputados al respecto. Pensar que necesitamos un sistema de libertades lo más amplio posible no significa que el periodismo sea una maravilla, sino que el sistema actual es un poco mejor que uno basado en el criterio previo de un ejecutivo en que puede o no publicarse. La libertad de expresión se inventó para que los gobiernos no tengan la capacidad de cercenar los bulos y las mentiras. Nadie piensa que ese derecho es una garantía absoluta, hay un código penal si uno usa la libertad de expresión de manera perversa. Tengo que reconocer que me da mucho miedo cuando un gobierno decide lo que es verdad o mentira. Los partidos políticos son partidistas, piensan en términos de poder y no en criterios de verdad.
¿Tú crees que el poder mediático se aprovecha de que tenemos memoria de pez? Hace años que se dice que se va a romper España y de momento ahí está.
La explotación del miedo es un recurso muy utilizado por los medios de comunicación, si uno mira la prensa son todo alertas dominadas por el miedo. Esto está relacionado con la dinámica política actual, una campaña en la que el partido político de turno se encarga no de decir sus virtudes sino que tan peligrosos es su adversario para el país.
Hace unas semanas escuché un informativo decir a la presentadora "hubo detenciones en las manifestaciones pacíficas", lo que me llevó a dudar de que de haber sido tan calmadas no habría habido detenciones, es curioso como un medio que en teoría no necesita del clickbait caiga en la manipulación. ¿Los medios digitales necesitados del sensacionalismo han contagiado al resto?
Estoy de acuerdo con tú diagnóstico pero déjame que matice una palabra. Muchas veces cuando el ciudadano ve una noticia no lo hace de forma concienzuda sino que lo hace de refilón o cae en el sesgo ideológico. Es cierto que tenemos un sistema mediático basado en la tertulia en el que proyecta la sensación de que se tratan todas las sensibilidades. Más que pluralidad lo que hay es una opinión de cuota. Esta dinámica televisiva se ha contagiado al resto de medios, muchos periódicos digitales caen en la información momentánea, de escribir la última hora sin contrastar correctamente la información. Es complicado compaginar la inmediatez con el buen periodismo.
Hablábamos antes de la democracia, hay países en los que se está votando opciones autoritarias por encima de las democráticas incluso teniendo conocimiento de causa, como es el caso de El Salvador, ¿qué ha fallado?
La ciudadanía prioriza los derechos propios a los derechos de los demás. Muchas personas votan en contra de unas determinadas minorías. La democracia te puede gustar más o menos, pero con la igualdad que le caracteriza garantiza los derechos de esas minorías. Tras la crisis económica y el fracaso de ciertas élites el sistema hizo aguas y surgieron determinados mesías que prometían proteger a la ciudadanía frente a esas castas. Donald Trump es un multimillonario que se presenta a la sociedad norteamericana como su salvador, en Podemos pasaba un poco lo mismo, muchos formaban parte de la élite y criticaban a esa misma élite.
¿No crees que esas élites que critican a esa élite quieran renegar de ella?
No creo que tenga nada de malo ser hijo de una familia de clase alta. Lo que sí que es paradójico es el tiempo en el que hay una competición por ver quién es más del pueblo, quien reniega más de las élites. Eso no es nuevo, hasta Julio César presumía de ser de la aristocracia romana y al mismo tiempo de ser del partido del pueblo. Me parece una derrota del sistema democrático que todos los políticos salgan del mismo sitio, antes había más variedad, antes había dirigentes que procedían de clases sociales distintas.
No dejamos de ver como todos los partidos, empezando por los nuevos, decepcionan a la ciudadanía, ¿cuál es la alternativa?