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Abrirá el 1 de septiembre en elche

La innovadora clínica Corporal Control: combatiendo tabús y patologías del suelo pélvico

24/08/2017 - 

ELCHE. A pesar del avance en la tecnología de la salud y de los distintos descubrimientos en este ámbito, aún queda mucho por hacer y descubrir. De hecho, hay algunos casos que siguen siendo tratados por la sociedad como un tema tabú, como es el de las disfunciones del suelo pélvico, o incluso desde la medicina se tratan dolencias como ‘normales’ cuando no deberían serlo. Estas vienen como consecuencia del embarazo o el parto y también llegan por la edad, el esfuerzo físico, los deportes de impacto, las operaciones o la propia constitución física de la persona. Debido a ese tabú que rodea a esta estructura muscular y ligamentaria que sirve de apoyo y sostén a los órganos pélvicos, como la vejiga, el útero y el recto, el próximo 1 de septiembre abrirá en Elche una clínica que tratará de forma específica estos problemas: Corporal Control.

Un equipo multidisciplinar, tecnología y deporte

Su objetivo es buscar la máxima recuperación funcional de los problemas de esta parte del cuerpo con un servicio integral y actualizado, donde la tecnología, la investigación y las técnicas más innovadoras del momento ayuden a que el paciente pueda recuperar su salud, su sexualidad y su calidad de vida. Y el otro componente fundamental es el equipo humano que hay detrás, que será multidisciplinar de acuerdo a esa visión completa e integral para tratar las disfunciones de suelo pélvico. En esta nueva clínica cuentan con una plantilla de médicos, matronas, psicólogos, fisioterapeutas y licenciados en educación física para que bajo unas premisas de profesionalidad y discreción, la persona pueda sobrellevar el tratamiento de forma óptima. “Hay personal propio de la clínica y colaboradores externos, sobre todo docentes e investigadores”, como explica una de las fundadoras, Cristina Salar.

Desde la fisioterapia se trabajarán problemas como la incontinencia, los prolapsos, endometriosis —un ejemplo claro de cómo se ha normalizado desde la medicina un dolor que no debería ser ‘normal’— o estreñimientos, entre otras dolencias y afecciones. Con la vertiente psicológica se tratará el vaginismo, la anorgasmia, el dolor en las relaciones sexuales, las aversiones a estas o la resolución de conflictos de pareja, entre otras problemáticas comunes. Como señala la psicóloga Marta Torres, integrante del equipo y especialista en Terapia Cognitivo Conductual, Sexología y Terapia de Parejas, “la mayoría de la población ni siquiera conoce que sus músculos genitales tienen un nombre, que se llaman así y que intervienen en el sexo. Entonces mucha gente que tiene disfunciones o formas de mejorar la sexualidad desconoce que el problema parte de ese suelo pélvico. Queríamos abrir un centro específico para mejorarlos y que disfruten de una intimidad que no tienen en un fisioterapeuta normal”.

Indica que en las listas de espera se habla mucho y se pierde esa discreción, y que en esta clínica se aprovechará para seguir investigando y recogiendo datos sobre esta zona del cuerpo casi desconocida, de forma que la gente que tenga problemas ahí tenga un centro especializado para tratarlos. Además, semanalmente se harán charlas y talleres sobre el suelo pélvico, de forma que se ayudará a que se quiten estigmas que tienen que ver con la sexualidad. Asimismo, se tratarán otros casos de la esfera pélvica en hombre y mujer, preparando por ejemplo para el parto o también atención al neonato en patologías como retrasos psicomotores o problemas de la vertiente respiratoria.

Luchando contra la normalización del dolor

Las fundadoras de Corporal Control son Cristina Salar y Cristina Orts, que se apoyan también en Mer Blanquet, la precursora de los tratamientos de suelo pélvico en España. Tras sus doctorados en ciencias de la salud y el comienzo de varias líneas de investigación en suelo pélvico, deciden combinar la actividad docente e investigadora con esta vertiente asistencial en la que aplican técnicas avanzadas para tratar las patologías relacionadas con la esfera pelviperineal en combinación con la actividad física. Una actividad física, por otra parte, que ha demostrado la importancia de su aplicación en la salud por diferentes motivos: la prevención de todo tipo de patologías y enfermedades, el fortalecimiento del cuerpo y el ahorro en el sistema de salud por las operaciones u otras acciones que se adoptan cuando ya es demasiado tarde.

Como comenta Salar, muchos los casos en los que se ha especializado la clínica son tabús “porque tanto la sexualidad como toda la esfera pélvica siempre ha gozado de esa privacidad o miedo; vergüenza”. En este sentido, apunta que muchas de las patologías se han normalizado y aparte de la falta de investigación, la culpa es también de anuncios como el de Tena Lady o las compresas para las mujeres postmenopáusicas, “hacían creer que eso era normal y que la mujer en la menopausia o tras embarazos debía sufrir la incontinencia”, explica. Además, también apunta que otros problemas de la esfera sexual, como la anorgasmia, el vaginismo, la endometriosis, o el dolor menstrual, son también ‘normales’ y desde la medicina no se ha abordado esa situación, “cuya solución al final suele ser farmacológica o quirúrgica”, apunta.

Asimismo, indica que los problemas oncológicos de hombres y mujeres han derivado en problemas en esta área. “Y se ha demostrado y se está investigando que la fisioterapia puede prevenir y tratar estas patologías. La inclusión de la mujer en el mundo y la práctica deportiva de alto rendimiento y sobre todo deportes de impacto ha hecho que su suelo pélvico se vea más dañado y tuvieran que abandonar la práctica o utilizar dispositivos para intentar corregir esa incontinencia”. Es un error, indica, “ya que una mujer no tiene que dejar de hacer nada por su suelo pélvico, lo que hay que hacer es prevenir si hay patología, para normalizar la práctica deportiva”, asevera. Por otra parte, a nivel del hombre la incontinencia es menor, pero están surgiendo cada vez más casos como el dolor pélvico crónico u oclusión del pudendo y otras patologías que pueden ser consecuencia de la práctica deportiva o el aumento del triatlón y los deportes de bicicleta.


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