ELCHE. No hay ningún error en el título. Sólo que hace millones de años, como el resto del territorio, Elche no era como es hoy. Aproximadamente entre hace 20 y 2,6 millones de años, una cifra difícil de concebir, la ciudad era un mar cálido en el que había criaturas extintas que hoy sólo conocemos a través de fósiles y de la ciencia. Una de esas criaturas que vivían en este ecosistema era el Carcharocles megalodon; el megalodón —también conocido como megalodonte—, que dejó restos aquí, y de los que el Museo Paleontológico de Elche (Mupe) expone estos días una réplica en el Centro Comercial L'Aljub.
El megalodón fue una gran especie de tiburón que es considerado como uno de los mayores y más poderosos depredadores en la historia de los vertebrados. Por tamaño, lo más cercano que existe a día de hoy es el tiburón blanco, aunque este depredador primitivo podía llegar a alcanzar los 18 metros de longitud. En el caso de la réplica que se expone en el centro comercial, se estima que medía unos 11 metros, ya que los encontrados en el municipio ilicitano eran de más de 10 centímetros de longitud, de formar triangular, muy robustos y
con borde aserrado.
Los cuatro dientes expuestos con la mandíbula a tamaño real, tienen sus piezas originales en el Mupe, expuesto junto a ostras grandes y otros restos de invertebrados en una pequeña vitrina del museo. Asimismo, los dientes se pudieron encontrar porque las hembras de megalodón utilizaban los mares cálidos para criar. Estas y otras piezas se pueden encontrar en la planta superior del Mupe, que se centra en la historia más antigua de lo que hoy es el término municipal de Elche. En ella se pueden encontrar flora y fauna autóctonas de hace millones de años y descubrir cómo ha cambiado el paisaje a lo largo del tiempo.
Esta réplica a tamaño real se puede contemplar en el centro comercial hasta el 18 de agosto gracias a un convenio de colaboración firmado entre ambas instituciones. Se puede ver en la planta de abajo entre las tiendas Hiper Plata y Essenza Oro y contemplar la enorme mandíbula, así como la impresionante dentición organizada en varias filas. Mientras que estos dientes podían medir en torno a diez centímetros, como el ejemplar ilicitano, en la actualidad, el tiburón blanco, el único superviviente de la marina, pueden medir sobre los tres centímetros.
