XÀBIA. La iglesia de Xàbia es un templo fortaleza del siglo XIV del maestro Domingo de Urtiaga. Una construcción que servían tanto para el culto como para refugio de los vecinos de esta localidad costera cuando había ataques piratas o de cualquier otra índole. Los residentes de esta población se han refugiado durante siglos entre sus robustos muros de piedra tosca, procedente del entorno de Xàbia, para protegerse de los daños de quienes asaltaban el pueblo y esperar a que todo se calmara.
Este templo es un claro ejemplo de Gótico religioso mediterráneo, de una sola nave con torre, pero su planteamiento se concibió para que sirviera tanto para el culto como para lugar de protección de vecinos en caso de ataque, uno de los pocos creados con esta doble finalidad en España. El monumento está protegido desde hace casi un siglo, ya que en 1931 fue Monumento Histórico Artístico del Tesoro Nacional y es, además, Bien de Interés Cultural.
La torre de esta iglesia y fortificación contó hasta los años de la Guerra Civil con campanas antiguas, de los siglos XVII y XVIII, pero que el gobierno de la República ordenó fundir para poder fabricar armamento, como ha apuntado el arqueólogo de Xàbia, Ximo Bolufer. “La tiraban al suelo para poder fabricar munición”, ha precisado.
La iglesia cuanta con cuatro instrumentos. Los dos más grandes la Bertomeua o Pax y la Mariana, mientras que las dos más pequeñas son Victoria y Sebastiana. Precisamente, estas dos últimas se conservaron, pero en el año 1941, ya en plena postguerra, también se fundieron para creara otras en consonancia a las nuevas.
Por tanto, todas son de los años posteriores a la contienda. Bolufer ha dicho, que pese a todo, en Xàbia se conserva una campana gótica en Xàbia, guardada en un recinto expositivo. “En esa época eran más pequeñas. La que conservamos procedería de una de las ermitas, de Sant Joan o Santa Llúcia”, ha precisado, que tiene una inscripción de la época en letras góticas: Te Deum Laudamos (Te alabamos Señor). Ha recordado que la labor de las campanas más grandes, mediante su volteo, pretendía avisar de actos habituales, pero también de fiestas o emergencias como fuegos o ataques.
En cualquier caso, el paso de las décadas trajo nuevos cambios en estas campanas: “Entre los años 50 y 60, se cambió el contrapeso o ‘trucha’ de las cuatro campanas, pasando a ser de hierro en lugar de madera. Esto en principio, aumento la sonoridad de los instrumentos, así como el tañido, pero también ha implicado mayor vibración, lo que justificaría algunas de las grietas y daños aparecidos en las últimas décadas en el templo, pero no todas.
Por este motivo, se han decido varias cosas. Por un lado se va suprimir el contrapeso por otros de madera, como eran los originales y tres de las campanas se van a restaurar. Una cuarta, la Mariana, la segunda en cuestión de tamaño, se va a fundir y volver a crear, dado que su sonoridad no es de calidad. Todo esto tendrá un coste de unos 60.000 euros, que se costeará con fondos de la parroquia y donaciones de los fieles.
Los trabajos tendrán una duración de cuatro meses. “En octubre tiene que estar colocadas en su sitio otra vez”, como ha explicado Marcos Buigues, miembro de la Associació de Campaners de la Catedral de València, que está asesorando a la parroquia de Xàbia en este proyecto.
El encargado de realizar estos trabajos es un taller de Valencia. En estos últimos días se ha procedido al desmontaje de las campanas, para lo que ha sido necesario la participación de una grúa. “Pero cuando estén restauradas y haya que volver a colocarlas este trabajo será todavía más costoso”, ha precisado Bolufer, dado que habrá colocar los ejes y subir estos instrumentos ya restaurados, con especial cuidado para evitar daños.