"La Identidad Digital Alicantina devolverá el control de los datos a los ciudadanos"

ALICANTE. El pasado 19 de noviembre tuvo lugar la primera convocatoria de los futuros miembros del consorcio ALC-ID que el Cenid (Centro de Inteligencia Digital) y el Grupo Verne han lanzado para vehicular el desarrollo del proyecto de creación de un Ecosistema de Identidad Digital Interoperable basado en blockchain para la provincia de Alicante. Al frente de este proyecto, como director y coordinador, se encuentra Juan José Cortés, colaborador e investigador del Cenid, profesor de Derecho Civil de la Universidad de Alicante y of counsel del despacho de abogados Devesa & Calvo, donde es el responsable del Área de Compliance y Legal Tech. 

-¿En qué consiste el proyecto ALC-ID?

-ALC-ID es la abreviatura de 'Alicante Identidad Digital', un proyecto que desde el Centro de Inteligencia Digital, formado por la Universidad de Alicante, la Universidad Miguel Hernández y la Diputación de Alicante, llevábamos tiempo incubando y que, tras el acuerdo alcanzado con el Grupo Verne como socio tecnológico principal, hemos decidido finalmente poner en marcha, convocando a un grupo de potenciales miembros de lo que sin duda será el consorcio más innovador de los últimos tiempos en la provincia de Alicante: el Consorcio ALC-ID. Básicamente, el proyecto tiene como principal objetivo constituir las bases para poder construir un Ecosistema de Identidad Digital Descentralizada e Interoperable a nivel provincial, que pueda escalarse hasta integrase plenamente en las soluciones que ahora mismo ya están planteándose en la Unión Europea, modelo 'eID'. 

-¿Qué cambios introducirá esta tecnología el día que esté operativa?

-Como tuvimos ocasión de explicar en dicho acto a los distintos convocados (Banco de Sabadell, Movistar, Hiadraqua, Vectalia, Ayuntamientos de Alcoy, Alicante y Benidorm, Suma, etc.) actualmente nos hallamos inmersos en un ecosistema de identidad, entendida ésta como quiénes somos, qué podemos hacer o a qué tenemos derecho, por ejemplo, que combina el mundo de la identidad offline y el de la identidad digital online, y en el que la burocracia (sobre todo offline), la seguridad y la privacidad se tornan como principales problemas de ambos entornos. Estamos hablando concretamente de falsificaciones de documentos oficiales como títulos o certificados covid, manipulación de información como en el escándalo de Cambridge Analítica, ciberataques con la suplantación de identidad o phishing a la cabeza en todo el mundo y, finalmente, con las violaciones de nuestra privacidad con nada menos que 18,5 millones de brechas al día y con nuestros datos personales dispersos en millones de silos por todo el mundo sin saber dónde, cómo y para qué se están utilizando realmente. La Identidad Digital Descentralizada trata de dar respuesta y solución a todos estos problemas devolviendo el control de los datos a los titulares de los mismos, al tiempo que abrirá el mundo sin contraseñas que todos anhelamos.     

-Este ecosistema estará basado en la tecnología blockchain. ¿Cómo funcionará?  

-Ciertamente es una idea innovadora y que gracias a la tecnología es ahora posible. Imagine cuántas veces al día, física o virtualmente, comparte sus datos personales con el banco, las plataformas de redes sociales y portales de comercio electrónico, las administraciones públicas (Ayuntamiento, Hacienda, Seguridad Social, etc) o los prestadores de toda clase de servicios (luz, agua, internet, etc). Todos ellos para poder prestar estos servicios o bien exigen identificarse presencialmente o debe registrarse con un usuario y contraseña sin que haya reciprocidad, es decir, que ellos tengan que hacer lo mismo respecto de usted. Así que no solo entrega sus datos y pierde el control de los mismos sino que, además, entrega siempre datos de más. Por ejemplo, porqué para acreditar que soy mayor de edad para entrar en una discoteca, por ejemplo, tengo que hacer entrega de mi documento de identidad donde junto a la fecha de nacimiento aparecen muchos otros datos personales que el cesionario no necesita ver ni mucho menos tener, como mi dirección, mi nombre y apellidos, nombre de mis padres, profesión, el número del propio DNI... ¿Y si tuviéramos la posibilidad de tener una sola identidad digital con todos nuestros datos en un solo registro-archivo bajo nuestro poder y control, de tal manera que decidiéramos en cada caso qué datos compartir y solo esos, de manera pseudoanonimizada? Es decir, como hemos visto en el ejemplo, ¿y si en lugar de entregar mi DNI que, además de revelar mi edad real que no es necesaria, revela todos los demás datos del propio documento a quien me lo pide, se pudiera acreditar, simplemente, que soy mayor de edad? Esta sería la situación ideal toda vez que la finalidad perseguida por quien nos pide el dato de la mayoría de edad se ve cumplida sin tener que compartir ningún dato personal adicional. Ni siquiera mi edad real que es un dato personal relevante por ejemplo socialmente.

-Hemos encontrado uso al blockchain más allá de las criptomonedas, entonces.

-Efectivamente. El ejemplo anterior es hoy posible gracias a la tecnología de conocimiento cero que permite emitir certificados, llamado credenciales, sobre datos y atributos concretos de una persona, entidad u objeto sin tener que compartir otros datos como ocurre ahora con los certificados al uso, junto a los llamados 'DIDs' identificadores descentralizados (que a su vez permiten autoidentificarse a una persona, entidad u objeto como si cada uno tuviéramos nuestra propia URL) y, finalmente, a la blockchain: un libro registro distribuido entre distintos repositorios que reflejan todas estas transacciones en las que unos emiten esos certificados en favor de otros y que, a su vez, permite al tercero que los exige para poder prestar el servicio, comprobar la validez de los mismos sin tener que recurrir ni fiarse del que los emite ni del que los presenta.    

-¿Qué aplicabilidad directa y repercusión tendrá en el día a día de los ciudadanos, empresas e instituciones?

-En una primera fase, el proyecto se define como un consorcio de operadores de ALC-ID que formarán parte del ecosistema como emisores y validadores de estos certificados especiales (credenciales verificables), a los que otorgarán confianza en relación a los mismos y permitirán realizar gestiones entre los usuarios a través de sus wallets en sus móviles gracias a que éstos últimos los registrarán, a través de códigos únicos asociados a los mismos, en la cadena de bloques que estará formada por los propios miembros del consorcio. De esta forma se podrá comprobar la autenticidad, trazabilidad y validez de los mismos al tener acceso a la cadena. Así, contratar, dar de baja, registrarse, acceder o tramitar toda clase de contratos, expedientes, negocios, etc, será más fácil, cómodo, sencillo, seguro y privado que en la actualidad, reduciendo los tiempos, el coste añadido que ahora implica y los riegos de ataques a nuestra identidad. 

-¿Quién soportará la cadena de bloques?

-La cadena de bloques estará soportada por nodos locales de algunos de los miembros del consorcio. Cuantos más operadores privados y públicos formen parte del consorcio ALC-ID, mayor número de trámites y gestiones podrán realizar los ciudadanos sin tener que usar nunca más contraseñas ni perder el control de sus datos, que siempre tendrán ellos en su wallet o cartera digital. Finalmente, ALC-ID será capaz de integrarse e interoperar con otros ecosistemas de identidad digital a nivel nacional o europeo, siendo éste el motivo por el cual, desde su nacimiento, se crea conforme a los estándares que el sistema de identidad digital europeo ESSIF (European Self Sovereign Identity Framework) actualmente establece como marco de desarrollo de dicha identidad digital europea, situando así a Alicante y su provincia en la vanguardia del siguiente paso en la transformación digital: la identidad digital descentralizada.