ALICANTE. Más allá de quien gane las elecciones municipales, de quién sea el más votado o quién se haga con la vara de mando el próximo 15 de junio, todo hace indicar que el 26M nos deparará un nuevo panorama político en la provincia de Alicante, muy parecido en la parte de arriba al del resultado de los comicios autonómicos, y muy distinto al de la parte de bajo. Todo hace indicar que vamos hacia una especie de tripartidismo, con un PSOE como fuerza más votada, y con un PP y Ciudadanos disputándose el espacio del centro-derecha. Por implantación territorial y número de listas presentadas, el PP tiene más números de retener la segunda posición. Ciudadanos podría arrebatar la tercera posición en número dos votos a Compromís, aunque los valencianistas posiblemente tengan más concejales. Unidas Podemos completará el ranking con la quinta posición y falta saber si Vox ocupa la sexta posición, una vez desaparecida UPyD y Los Verdes integrados dentro de la coalición de Mónica Oltra.
Todo ello puede desembocar en una Diputación de Alicante conformada con cinco o seis grupos políticos, con PSOE y PP disputándonse ser la fuerza más votada, con Ciudadanos con una fuerte presencia, de entre 4 ó 5 diputados; Compromís, con cifras que pueden ir de 2 a 4 representantes, y con Unidas-Podemos y Vox pugnando por tener un representante en el Palacio Provincial de la Avenida de la Estación. La batalla está muy abierta, y depende del nivel de consolidación del PP frente a Cs y la diferencia con el PSOE, que va camino de convertirse en el más votado. Y este nuevo contexto electoral puede generar una renovación de liderazgos en cada uno de los partidos.
Independientemente del resultado global, el PSPV deberá decidir si su hombre fuerte es el alcalde de Xàbia José Chulvi, ahora diputado autonómico, o si por contra abre al debate: los nombres que más suenan son el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, y Toni Francés, para la institución provincial. Depende de si se gobierna o no la institución provincial, por supuesto. Pero que nadie olvide que esta vez no decidirá solo el PSPV, sino que habrá una negociación con Ferraz y, por lo tanto, puede salir cualquier tapado. Ese liderazgo se podría trasladar a la secretaría general provincial.
Pase lo que pase, si el PP mantiene el poder en la Diputación de Alicante deberá renovar el liderazgo: bien porque acaba con bicefalia entre dirección provincial y presidencia de la corporación provincial; bien porque traslada renueva en el partido con César Sánchez, bien porque hay un tercer nombre y acaba ocupando la presidencia de la institución. Pero será muy curioso, una vez examinada la campaña electoral, cómo se recomponen ciertas alianzas, con Génova haciendo un especial marcaje si Pablo Casado retiene el trono de Madrid. El desenlace de la Alcaldía de Alicante también será capital para el futuro del partido porque puede provocar que otros barones de las comarcas tengan más protagonismo.
En la sede naranja insisten que este 26M puede ser una gran cita para Ciudadanos: bien por las opciones que se tienen en la Alicante capital, bien por el papel fundamental que puede tener el partido en la futura Diputación doblando o triplicando su actual representación -era de uno, pero finalmente el diputado, Fernando Sepulcre- abandonó la formación y pasó al grupo de no adscritos-. Además de Alicante, hay muchas expectativas puestas en San Vicente del Raspeig y Sant Joan d'Alacant. Y veremos a quién elige la dirección para que haga de virrey o virreina en la provincia: la ilicitana Eva Crisol parece segura en la institución; podría entrar Francisco Sánchez, de Elda, y los que aporte el partido judicial de Alicante, donde la formación espera obtener dos representantes. Orihuela, o la Vega Baja, también puede ser clave en esta recomposición de puestos, con los fichajes que se han estos en los últimos meses.
En Compromís también tienen mucha confianza en las elecciones del 26M: creen que los resultados se asemejerán más a las elecciones autonómicas que a las generales. De lo contrario, sería una catástrofe: la coalición busca consolidar sus tres diputados provinciales logrados en las comarcas de la Marina Alta, L'Alacantí y Baix Vinalopó, y a ser posible, sumar el de Villena, con su alianza con Los Verdes. En cualquier caso, si Mireia Mollà intenta dar el salto a la institución provincial, pues podría haber una pugna por el liderazgo que hasta ahora ha ejercido Gerard Fullana. Es una hipótesis, pero lo que sí parece claro es que el representante del Baix Vinalopó es que lo nombre Iniciativa, pues es la facción de Compromís mayoritaria en la comarca. Y también dependerá del resultado de Crevillent, donde hay puestas muchas esperanzas en ser la lista más votada de la izquierda.
Para que Unidas Podemos mantuviera el representante en la Diputación de Alicante necesita una buen resultado en Alicante capital, pues la confluencia apenas se reproduce en el resto de la comarca. En la mayoría de municipios, EU y Podem concurren por separado. Lo tiene difícil, pero nada se puede descartar nada.
La marca se ha diluido mucho, y la campaña ha sido muy de perfil bajo. Los líderes nacionales apenas se han movido de sus puestos para respaldar a los candidatos locales, por lo que Vox pueda tener representación en la futura institución provincial depende que acceder con fuerza en Alicante, y obtener representación en las ciudades grandes del área metropolitana, como ahora San Vicente del Raspeig, Sant Joan y El Campello. Desde luego, si hay una comarca donde tiene más posibilidades esa es L'Alacantí. También será una incógnita saber quién ocupará ese puesto, ya que los cuadros de la formación son los que son y en algunos casos se repiten.
Con estos cambios y nuevos protagonistas en el tablero político provincial, lo más normal es que haya una importante renovación de liderazgos y recomposición de fuerzas.
