Vista del Castillo de Santa Bárbara. Foto: Turismo AlicanteALICANTE. El pulso empresarial entablado por asumir la explotación turística del Castillo de Santa Bárbara de Alicante parece decantarse en favor de Esatur tras una reñida competencia. Como mínimo, la suya es la oferta mejor posicionada para prestar el servicio de dinamización del baluarte en el concurso convocado por el Patronato Municipal de Turismo, en función de la clasificación de ofertas que se pretende someter a aprobación este jueves en una reunión extraordinaria de su junta.
En concreto, según fuentes consultadas, la propuesta presentada por Esatur habría obtenido una puntuación global de 97 puntos, por encima de los 78 logrados por su única contrincante: la empresa catalana Magma Cultura. Así, salvo cambio de criterio, todo parece indicar que la adjudicación recaerá en la compañía con sede en Alicante, después de que su propuesta haya despuntado en lo que respecta al contenido de su oferta estrictamente cultural y a los servicios incluidos en su propuesta administrativa. De hecho, Esatur habría sumado 50 puntos en la evaluación de los criterios que dependen de juicios de valor, frente los 30 reunidos por Magma Cultura, lo que -en principio- podría acabar decantando el resultado definitivo del concurso.
Y todo pese a que Magma Cultura registró una oferta económicamente más ventajosa para los intereses municipales, al plantear un precio de 1.235.000 euros, impuestos no incluidos (lo que le habría supuesto una valoración de 30 puntos) frente al ofertado por Esatur, de 1.290.000, igualmente sin IVA (con una valoración de 28 puntos). Por lo que respecta a la puntuación derivada de la oferta de mejoras, también se habría registrado una dura disputa, ya que Esatur sumaría 19 puntos, solo uno más que Magma Cultura.
¿Qué habría propuesto, en concreto, Esatur como elementos diferenciadores? En primer término, por lo que respecta a la propuesta de personal, la compañía ofrece un mayor detalle sobre la plantilla con la que contaría el servicio al proponer la generación de más de 25 puestos de trabajo directos y 75 indirectos, preferentemente entre personal residente en la ciudad. En ese cómputo de trabajadores, se incluiría un equipo de entre 18 y 20 personas dedicadas a la atención al público y a facilitar información, además de dar cobertura a los puntos de acceso a la fortaleza. De igual modo, incluye la incorporación de tres guías turísticos para ofrecer las cuatro visitas diarias previstas en el pliego.
En segundo término, por lo que respecta a las visitas guiadas y a la programación cultural, Esatur también destacaría al asumir la generación de una bolsa de 20 visitas teatralizadas, con seis opciones argumentales distintas: algo que no sucedería en el caso de Magma Cultura. Y, además, plantearía la organización de seis exposiciones temporales en el primer año de prestación del servicio, una de ellas, al aire libre, y todas vinculadas al contexto histórico y natural del castillo. Se trataría, del doble de las ofertadas por su competidora.
Por lo que concierne a las actividades de dinamización, Esatur sugeriría organizar 78 actividades en fin de semana (26 más de las exigidas), 30 de las cuales se desarrollarían en horario continuo y tendrían carácter itinerante por el conjunto de espacios de la fortaleza. Además, añadiría una programación específica con motivo de la celebración de festividades de Navidad o Carnaval, por ejemplo, e incluso plantearía la posibilidad de trasladar esas actividades hasta el Castillo de San Fernando.
La compañía alicantina habría ofertado 16 eventos musicales, 78 actividades de fin de semana, 12 experiencias de entretenimiento y 6 exposiciones temporales
Esatur también sacaría ventaja a Magma Cultura por lo que respecta a la oferta de actividades educativas, en la que sugeriría tres tipos de iniciativas: las visitas, las visitas con taller y las visitas con juegos. Y esa misma mejoría se reproduciría en el apartado de experiencias musicales previsto en el pliego de condiciones. En concreto, Esatur ofertaría hasta 16 eventos musicales, el doble de los requeridos, con tres ciclos distintos: Urban Sounds, Life the Roof y Música de los 80. En todos los casos, con compromisos formales que acreditarían la disponibilidad de los conciertos.
Y también superaría a Magma Cultura en lo que atañe a la oferta de experiencia de shopping prevista en el concurso, al sugerir la puesta en marcha de una tienda física y otra on line para la adquisición de productos relacionados con el Castillo y con Alicante. A ello se suma otro paquete con 12 experiencias de entretenimiento (frente a las 5 de Magma Cultura), que incluye el desarrollo de un escape room, cursos de yoga, espectáculos de circo, rutas nocturnas con ambientación, cenas temáticas, la organización de actuaciones bajo el formato de talent show e incluso la posibilidad de celebrar cumpleaños.
Como informó este diario, el concurso se puso en marcha el pasado 2 de agosto con el fin de conceder la explotación turística del baluarte por dos años de duración. La convocatoria partía con un presupuesto global de 1.660.756,32, con la posibilidad de la concesión de otras tres prórrogas anuales, a razón de 830.378,16 euros por año. El equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), defendió entonces que el objetivo de la licitación era fomentar la dinamización del baluarte -el principal enclave turístico de la ciudad, con cerca de 500.000 visitas anuales- mediante una extensión de su horario de funcionamiento, así como la garantía de la programación de visitas teatralizadas y la celebración de eventos que permitiesen poner en valor la fortaleza y multiplicar su atractivo entre los turistas nacionales e internacionales.
No obstante, los grupos del eje progresista que conforman la oposición (PSOE, Unides Podem EU y Compromís) criticaron las formas en las que se produjo la convocatoria del concurso y lamentaron que se apostase por externalizar su gestión como una suerte de privatización encubierta sin haber impulsado, con antelación, el plan director de usos del castillo para regular su utilización.
