ELCHE. La separación sigue siendo uno de los acontecimientos vitales que mayor estrés provoca en todos los miembros de la familia, un hecho doloroso que marca un antes y un después. Es un tiempo de duelo que han de transitar adultos e hijos/as. "Lo irán viviendo en paralelo, pero mientras los adultos pueden tener recursos que les sirvan de apoyo, familia, amigos, terapeuta… los menores a menudo lo viven en soledad", explican la orientadora y mediadora familiar Cecilia Martí y la pediatra Isabel Rubio (vocal de la fundación).
La Fundación Salud Infantil y en colaboración con el Ayuntamiento de Elche han puesto en marcha un servicio público gratuito de asesoramiento a padres y madres para acompañarles en el proceso de divorcio. El objetivo es que, siendo la separación un hecho doloroso, se viva con el menor coste emocional y físico de todos los miembros de la familia.
Este proyecto quiere contribuir a crear en la sociedad una cultura de la 'buena separación', otra manera más saludable de vivir e interpretar las rupturas de pareja, como un evento 'natural' en la vida que hemos de transitar con dignidad. "Es invertir en la salud mental, no sólo de la pareja asesorándoles para que sean capaces de resolver su crisis emocional de forma individual, sino también para cuidar la salud mental de sus hijos e hijas".
La situación dolorosa puede prolongarse en el tiempo pues uno de cada cuatro divorcios son contenciosos, incluso pueden durar años en una cadena de relitigios que cronifican el conflicto. "Es necesaria una intervención precoz para facilitar un acuerdo mutuo antes de que los conflictos no resueltos repercutan, sobre todo, en los menores", señalan. Evitar en los hijos e hijas el coste físico y emocional de un 'mal resuelto' divorcio de sus padres, un sufrimiento que se traduce en problemas físicos, emocionales o de conducta y en el deterioro de las relaciones paterno y/o materno-filiales.
Aunque indican que padres y madres tienen voluntad de hacerlo bien, están inmersos en la vorágine emocional de la separación y no es fácil la comunicación entre ambos, ni la generosidad, la serenidad o el respeto mutuo que se precisa para tomar decisiones tan importantes. "Y hay que tomar muchas. Desde cómo comunicar la noticia a los hijos e hijas, ¿cuándo se lo decimos? ¿qué les decimos? a ¿cómo los protegemos para que no sufran?", señalan.
Más allá de las circunstancias que llevan a una pareja a tomar la decisión de separarse, explican que es necesario que antepongan el amor a sus hijos/as y busquen su bienestar, que les protejan y acompañen. Han de ser capaces de seguir asumiendo sus responsabilidades, sentarse y llegar a acuerdos, porque la familia necesita seguridad y certidumbre sobre lo que va a suceder en el futuro y eso se consigue elaborando el mejor régimen de custodia. "Después habrá que seguir hablando, normas en los dos hogares, educación, porque la separación es de la pareja, pero seguirán juntos como padres". La Fundación ha facilitado como contacto para el proyecto el teléfono 627 386 358 (de 09.00h a 15.00h) y el correo electrónico: hola@fundacionsaludinfantil.org.