La Fundación Lucentum ha dado por finalizada la temporada 2019-20 con un sabor agridulce, ya que en el año de su regreso a la LEB Oro no ha podido rubricar su excelente rendimiento deportivo con la opción de pelear por el ascenso consecuencia de la pandemia del coronavirus.
El equipo alicantino, que tras seis temporadas regresaba a la categoría con uno de los presupuestos más bajos de todos los participantes, tenía como único reto lograr la permanencia, pero su extraordinaria racha en los últimos meses de competición, en la que lo logró enlazar nueve victorias consecutivas, le hizo ilusionarse con asaltar la ACB.
En el momento en el que se paralizó la competición la Fundación Lucentum era cuarto, a solo dos victorias del líder, Valladolid, ante el que tenía que enfrentarse, y para la mayoría de los técnicos era el conjunto más en forma y el “tapado” en la lucha por el ascenso.
Tras un inicio irregular, el conjunto de Pedro Rivero no tardó en tomarle el pulso a la competición de la mano de jugadores como el veterano Pedro Llompart, el pívot senegalés Bamba Fall, elegido varias jornadas MVP de la Liga LEB Oro, o el habilidoso base estadounidense Justin Pitts, una de las grandes sensaciones de la competición.
El club entró en el mes de marzo lanzado y con pelear el liderato, algo que parecía a su alcance por juego, sensaciones y dinámica, pero la pandemia, en su mejor momento de forma, frenó en seco su escalada.
El club, a través de su presidente, Toni Gallego, siempre defendió la opción de que la temporada concluyera en la pista con una fase de ascenso, a imagen y semejanza a lo que se va a realizar en la ACB.
Sin embargo, el pasado lunes las aspiraciones de la Fundación Lucentum, cuya intención era “pelear por el ascenso”, se esfumaron al dar la Federación Española de Baloncesto (FEB) por finalizada la competición.
El club, a través de un comunicado, se mostró contrario a la decisión, pero la aceptó con deportividad y con la confianza de que la próxima temporada, con algo más de experiencia en la categoría, volverá a intentarlo.
Además de las victorias y del bueno juego, el club alicantino recata del curso 2019-20 el resurgimiento de la afición al baloncesto, ya que en el Centro de Tecnificación se registraron en los últimos partidos entradas superiores a los 4.000 espectadores.
