Adolfo Ferrero junto a su dispositivo de RCP. Foto: RAFA MOLINA
ELCHE. El doctor Adolfo Ferrero ha diseñado un dispositivo que tiene como finalidad que una única persona pueda realizar las maniobras de soporte vital básico que está en pruebas. Tal y como contaba este medio a finales de 2021, el Centro de Innovación en Simulación (Cisarc) del campus Manresa de la UVic-UCC (Universitat Central de Catalunya) estaba probando el proyecto ante un comité asesor con expertos como el doctor Joan Bigorra y la doctora y directora de la Cátedra en Simulación y Seguridad del Paciente, Carmen Gomar. Precisamente, la empresa Diseño y Producción de Sistemas de RCP es la empresa que centra su actividad en el desarrollo de esa innovación que tiene como fin conseguir que una sola persona pueda realizar las maniobras equivalentes a una ambulancia. La compañía acaba de formalizar su cambio de domicilio desde Huesca al Parque Científico de la UMH, según publica el Boletín del Registro Mercantil, a principios de abril.
Así, la compañía, una sociedad limitada, comenzaba sus operaciones en octubre de 2018 y se creó con el objeto social de la "Investigación, desarrollo, formación, fabricación, distribución, exportación e importación, tanto al por mayor como al por menor, de productos de emergencias, protección civil y militar". Su sede estaba en la localidad de Gurrea de Gállego, en Huesca y su socio y administrador único es Adolso Ferrero. Ahora, la compañía se ha mudado al Parque Científico de la UMH. A finales de diciembre de 2021 le fue concedida desde el Ministerio de Industria una subvención para el fomento de patentes, en materia de investigación, desarrollo e innovación, para proteger este dispositivo.
La empresa se creó en 2018, pero el invento de Ferrero lleva en ciernes desde 2016 y ha estado en busca de financiación en el sector español público.
Según el documento que explica el funcionamiento de su invención, "los dispositivos conocidos en la técnica presentan una serie de problemas, entre los que cita "una configuración que obliga a la interacción de, al menos, dos personas o más o intervinientes cualificados par al apráctica de la reanimación cardiopulmonar" y que "no permiten una rápida colocación segura del paciente" en diversos casos de urgencia para su salud.
De este modo, propone con su invento "la práctica segura y eficaz de maniobras de reanimación cardiopulmonar con oxigenoterapia por parte de un único interviniente, que resulte sencillo y ágil de colocar y de retirar y que se adapte a las medidas concretas del paciente". Su solución, según expone el documento, es un dispositivo que permite la elevación de tórax, un soporte para la cabeza del paciente con sujeciones y un porta mascarillas. Todo ello ayuda a abrir las vías respiratorias del paciente para la entrada de óxígeno.
