ORIHUELA. A las siete de esta tarde, la Escuela Infantil de la pedanía oriolana de La Murada, cierra sus puertas y no las abrirá el lunes como lo viene haciendo desde hace siete años, dejando a 46 bebés de cero a tres años sin centro escolar. La razón es por el fin de la primera prórroga que teníá concedida la empresa que gestiona el centro, Grupo Lysmon, dada la imposibilidad de obtener una propuesta de prórroga que garantizara la viabilidad y seguridad del centro de la concejalía de Educación.
Las ayudas de la administración local supone 27% del total del coste del servicio el importeque sufragan las familias, y según ha manifestado la directora general de la empresa, Inmaculada Martínez, el Ayuntamiento de Orihuela le adeuda a la empresa unos 15.000 euros, y la Generalitat solo ha pagado las ayudas correspondientes a septiembre y octubre. "La empresa no está dispuesta aseguir aumentando su saldo negativo en la escuela municipal de La Murada y en el único encuentro que pudimos mantener con el edil de Educación no hubo posibilidad de encontrar un acuerdo" añade Martínez.
Hace dos meses, la empresa presentó en el Ayuntamiento la renuncia a la prórroga, pero señalan que debía haberse formalizado de mutuo acuerdo con la concejalía. Su edil, Ramón López, remitió a la empresa el deseo de formalizar la prórroga, hasta el 30 de junio, pero sin pronunciarse en cuanto a las peticiones por regular los pagos que permitan garantizar el sostenimiento del servicio.