ALICANTE. Las empresas familiares alicantinas son en su inmensa mayoría pequeñas, en un porcentaje (96%) superior al de la media nacional, pero en cambio son muy dinámicas en la inversión en innovación y tienen una mayor vocación internacional: casi el 15% opera fuera de España, un dato por encima de la media española.
Son algunas de las conclusiones del estudio 'La empresa familiar en la provincia de Alicante', encargado por la Asociación de la Empresa Familiar (Aefa) que preside Francisco Gómez y elaborado por los directores de las cátedras de Empresa Familiar de la UA, Vicente Sabater, y UMH, Nunci Serrano, junto con el exdirector de la cátedra alicantina Fernando Olivares. El estudio ha sido presentado este lunes por el presidente de Aefa y sus autores en el restaurante Aldebarán, del Club de Regatas.
Según las principales conclusiones del estudio, basado en una muestra de 129 empresas familiares alicantinas (las mismas que ya han participado en otros estudios del Instituto de Empresa Familiar, en una muestra ampliada con otras firmas para ganar en representatividad), el 96% de las mercantiles familiares de la provincia son microempresas o pequeñas empresas, tienen una antigüedad media de unos 30 años y se dedican mayoritariamente al comercio (32,7%) o la industria manufacturera (28,4%).
El 85% de estas empresas opera solo en el mercado nacional, pero el otro 15% lo hace en el internacional, un dato superior al nacional (10%). Los mercados extranjeros preferidos también difieren del resto de España: la empresa familiar alicantina mira primero a Europa y luego a Norteamérica, mientras en el conjunto del país el primer mercado foráneo es Latinoamérica, según ha explicado Nunci Serrano.
Asimismo, son empresas "muy dinámicas en la innovación", y el 57% invierte en bienes y servicios mejorados o en renovar la comercialización. El 55%, además, ha invertido en innovar en la organización. "Hay una disonancia, y es que para hacerlo no se apoyan en universidades o centros de investigación, solo lo hace un 16%". Con todo, el dato vuelve a ser superior al nacional (11%).
El 82% de los CEO son hombres, mientras en España este dato es del 79%, y tienen una media de 19 años de antigüedad en el cargo. Las mujeres están presentes en el 40% del consejo de familia o administración, y en el 35% del capital, pero solo en un 29% de los cargos directivos de las empresas familiares alicantinas. En el 94% de los casos, el CEO pertenece a la familia propietaria, y en casi la mitad de los casos el capital sigue en manos de la primera generación de la empresa.
Asimismo, entre los objetivos de las empresas está en primer lugar el de garantizar su supervivencia (69,8%), y en segundo lugar el de obtener beneficios (aunque el 55,8% de los encuestados no ha repartido beneficio en los dos últimos años). El estudio evidencia una necesidad de establecer planes estratégicos, y ahondar en los protocolos de sucesión, que suele llevarse a cabo por el valor contable del bien.
Según ha destacado Vicente Sabater, solo el 14,7% de las empresa familiares alicantinas tienen un protocolo familiar. "Un porcentaje bajo pero superior a la media española". No obstante, es "preocupante" que el 80% de las empresas familiares no lo vea necesario o ni siquiera conozca en qué consiste. En cambio, el 34,1% de las empresas tienen prevista la sucesión, pero solo la mitad de esas firmas ha establecido criterios para ello.
El estudio revela que cuando las empresas ganan tamaño, hay una mayor tendencia a buscar un CEO ajeno a la familia, en aras de una mayor profesionalización. También crece en esos casos el porcentaje de CEO femeninos, que es superior a la media nacional, y la inversión en el crecimiento futuro de la empresa. A juicio de los autores del estudio, el problema del tamaño de la empresa familiar alicantina obedece a "una cuestión cultural de los empresarios, cuyo objetivo principal es la supervivencia y el beneficio, no crecer a largo plazo". El tamaño es, precisamente, un importante factor de competitividad para garantizar esa longevidad.
El presidente de Aefa, que ya ha acometido el relevo generacional en su propia empresa, ha apuntado otro factor: "Para crecer se necesitan alianzas, dejar entrar en la empresa a alguien de fuera, y los fundadores de las empresas son más reacios a dar ese paso". Así, dado que la mitad de las empresas familiares de la provincia están aún en la primera generación, esas alianzas se dan menos. "Estamos en un momento de tránsito a la segunda generación, así que en los próximos 10 años veremos acuerdos para sumar y crecer".
Aefa trabaja con el Consell una nueva normativa para ampliar bonificaciones en la transmisión de propiedad para la empresa familiar.