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ANÁLSIS AP - BORRADOR DE PRESUPUESTOS

La Diputación de C. Sánchez vuelve a su origen: más personas, más agua y ¿menos broncas?

6/12/2017 - 

ALICANTE. El equipo de gobierno de la Diputación de Alicante del PP ha presentado su borrador de presupuestos para el 2018, del que, más allá de las cifras, sobresalen varias ideas. La primera, la corporación vuelve a su mensaje inicial, el de centrar el foco en las personas, y la segunda, su apuesta por las obras de carácter hidráulico, ante el panorama de sequía que arrastra todo el país, pero sobretodo las cuencas del Júcar y del Segura. La Diputación de Alicante de César Sánchez busca ahora el acuerdo con el Gobierno de Puig -para que aporte 5 millones de euros a ese plan de obras hidráulicas- después de una etapa convulsa, con varios frentes abiertos: el pago del plan Xarxa Llibres; el fondo de Cooperación Municipal y los litigios por los decretos de coordinación en materia de Turismo y Deportes y el de Plurilingüismo.

El Xarxa Llibres ya lo saldó la Diputación de Alicante, con más disciplina que otra cosa: aportó los seis millones de euros a regañadientes; con el Fondo de Cooperación, primero lo rechazó y ahora la institución también se ha sumado aunque de una manera particular, con aportación de obras condicionadas por valor de 14 millones de euros. En cambio, los litigios a la Generalitat, la institución provincial se los ganó todos: el de coordinación y  el de plurilingüismo.

Y con este presupuesto, y con el ojo puesto en buscar el respaldo, bien por aprobación o abstención, del PSPV, el equipo de gobierno de César Sánchez le da la vuelta al calcetín: abandona la vía de la confrontación y vuelve a los orígenes: destinar más dinero a los colectivos desfavorecidos a través de ayudas a ONG y asociaciones de carácter social, como fue el presupuesto de 2016. En el 2017 se buscó el aluvión de obras. Ahora se busca el perfil humano también para no saturar a los departamentos técnicos de la casa: a veces no pueden hacer frente a todos los procesos de licitación que se formulan y se retrasan los proyectos.

El ejemplo es la buena sintonía que vienen manteniendo Sánchez y Puig en los últimos tiemposLa escenificación vendrá hoy, con el acto de la Constitución en el Teatro Principal de Alicante, al que también se ha sumado el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues. Y es que el PP no puede olvidar, que, con Cataluña en el trasfondo, el PSOE es su principal aliado -más allá de Ciudadanos- y que no puede mantener el mismo nivel de tensión política que mantenía con el pasado. Además, el objetivo de los populares es ahora insistir -a diferencia de hace unos meses- en que los acuerdos con los socialistas son posibles, pero con Compromís no. El respaldo al fondo de cooperación es el ejemplo más palpable.

Y además, con este giro, además de mostrar una imagen más moderada y de acuerdo, Sánchez marca un perfil más institucional, con voluntad de acuerdo, y alejado del estrictamente político que ejerce la lideresa del PP, Isabel Bonig

Ahora, la prueba será ver cómo se materializa en la Diputación de Alicante:  el PSPV también busca el acuerdo, pero quiere que el dinero del fondo de cooperación llegue a los ayuntamientos vía transferencia y sin condiciones. La propuesta del PP es que sea con obras financieramente sostenibles. Compromís dirá que no, si no hay transferencia. La otra cuestión es la hídrica: ahora, los populares están en la misma acera del Gobierno central: a Sánchez le toca defender la gestión del Ministerio, muy crítica, y la imposibilidad de hacer trasvases desde el Tajo. No hay otra salida que dar más potencia a las desaladoras y hacer obras estructurales. En este aspecto, Sánchez también busca el acuerdo con Puig para sacar adelante proyectos que aporten soluciones, sobre todo, a los agricultores y a los ayuntamientos. Y esa es la batalla de ahora: cómo pactar esas cuestiones, fondo de cooperación y obras hidráulicas, para que las dos partes mantengan su relato, y su razones ante el electorado.

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