La crisis del PSOE de Benissa, abocado a una gestora, aleja un nuevo pacto progresista

ALICANTE. Difícilmente habrá otro gobierno progresista en Benissa, como el que ahora preside Abel Cardona, de Reiniciem. La crisis en el seno de la agrupación socialista ha alejado esa posibilidad después de que el lunes por la noche presentaran su renuncia el portavoz y candidato a la Alcaldía, Manuel Juan Giner, y el secretario general, Vicent Cabrera. Sus dimisiones se producen después de los malos resultados en las pasadas elecciones del 26M, en las que el PSOE perdió un concejal respecto a 2015. A ello se añade la renuncia del número tres de la lista, José Cabrera. Y que abocan al nombramiento de un comisión gestora en los próximos días.

Los socialistas justifican esa decisión en que el gobierno tripartito, que compartían con la formación local Reiniciem y Compromís, les ha perjudicado, y por lo tanto no son partidarios de reeditar un pacto esas dos formaciones, además, con una nueva distribución de fuerzas: desde el 26M, Reiniciem tiene cinco concejales, dos más hace cuatro años; el PSOE, dos, uno menos, y Compromís, también uno menos. Frente a ellos está el PP, que ha conseguido mantener los 8 regidores que ya tenía en 2015 y CIBE, liderado por el ex alcalde Isidor Mollà, que también ha obtenido representación. O hay un acuerdo cuatripartito para la investidura con Reiniciem, PSOE, Compromís y CIBE, que suman 9 regidores, el candidato del PP, Arturo Poquet, con 8, será elegido alcalde.

Por el momento, CIBE ha sido el único partido que ha mantenido encuentros con las candidaturas de PP y Reiniciem para explorar las vías de buscar un acuerdo bien de investidura, bien de gobernabilidad. El PSOE, a tenor de la crisis provocada en su agrupación, parece alejarse de cualquier vía de entendimiento ante la posibilidad de que Reiniciem y CIBE llegara a un acuerdo. Compromís, por su parte, considera que en cualquier caso corresponde al líder de Reiniciem y alcalde, Abel Cardona, iniciar las conversaciones. En un comunicado, los valencianistas sostienen que "se deberían corregir muchas cosas de ese hipotético acuerdo para que sea más transparente y más consensuado".