ALICANTE. La Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunidad Valenciana (CAVECOVA) se suma a la polémica por la operativa de carga y descarga de graneles en el Puerto de Alicante y denuncia "la contaminación alarmante y extremadamente dañina para la salud de miles de personas que está generándose" con "la descarga abierta de 2 millones de toneladas al año de sustancias de alto valor toxicológico". La confederación detalla, a través de un comunicado, que "se trata de graneles como el coque de petróleo, clinker de cemento, escorias de incineración, por carbonato de sodio o azufre, mercancías que cuentan con la prohibición expresa de la Unión Europea de ser manipuladas al aire libre".
Su denuncia pública llega apoyada en un análisis independiente encargado por la propia confederación, con resultados diferentes a los dados a conocer por la Autoridad Portuaria y por la Conselleria de Medio Ambiente. "Desde CAVECOVA se desea dar a conocer a la opinión pública una serie de datos que confirman que esta tremenda contaminación atmosférica afecta a los vecinos y vecinas de Alicante, frente a las ineficaces acciones del Ayuntamiento de Alicante y de la Autoridad Portuaria de Alicante, al reclamar la instalación de una tolva ‘anti polvo’ que no frena en ningún modo la contaminación atmosférica, pues estas nocivas descargas de graneles deben realizarse en compartimentos cerrados", abunda el comunicado.
A juicio del colectivo, "sorprende que en diversos medios de comunicación se haya publicado que el informe del pasado 21 de agosto determinara que la calidad del aire cumplía la legislación vigente, pues un estudio independiente llevado a cabo por CAVECOVA desdice al citado informe, asegurando que las cifras de toxicidad emitidas por las descargas son absolutamente nocivas para la salud de las personas que habitan distintos barrios de Alicante, así como centros educativos u hoteles".
La confederación precisa que encomendó al laboratorio homologado G-AGUA un informe técnico y pericial a través de mediciones realizadas durante los meses de julio y agosto. Según CAVE-COVA, también cuenta en esta ocasión con la colaboración de la plataforma de arquitectura MESURA. "Para el informe se ha utilizado un sistema de captación para determinación de partículas en suspensión que recoge la muestra sobre filtro y su posterior determinación de datos en el laboratorio, un método gravimétrico que capta los niveles de polución o material particulado en el aire". Según el comunicado, el captador se ha situado en un centro de enseñanza público cercano a la zona de descargas en el Puerto y en otros dos puntos, desde el 21 de julio y el 10 de agosto de 2017, es decir días antes del informe presentado por la entidad portuaria.
El comunicado incide en que "los datos son concluyentes y generan alarma en CAVECOVA". Según el informe, "los valores de PM10 obtenidos tienen más superaciones de los umbrales permitidos sobre el valor promedio diario de 50 mg/m3 y el valor promedio anual fijado en 20 mg/m3 según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los criterios del RD 102/2011". En concreto, siempre según el informe de G-AGUA citado por el colectivo, "se supera ampliamente la limitación de 7 superaciones anuales en el promedio diario de PM10 sobre 50 mg/m3 y de 43 veces el valor de 35mg/m3".
En esta línea, el colectivo insiste en que "la exposición a estos valores genera en la salud enfermedades dérmicas y oculares, afecciones respiratorias, enfermedades en el sistema inmunitario, cardiorespiratorio o cáncer de pulmón, atendiendo a niveles de exposición y condicionantes genéticos". "Con los datos en la mano, desde CAVECOVA se solicita una explicación a los responsables del Ayuntamiento en materias medioambientales, Víctor Domínguez, como concejal de Medio Ambiente y a Miguel Ángel Pavón, vicealcalde y responsable de otorgar la licencia ambiental", abunda el comunicado.
De igual modo, para CAVECOVA resulta "preocupante que la Universidad de Alicante, entidad que ha participado en las mediciones de un informe que, vistas las cifras del informe paralelo realizado por G-AGUA, dista mucho de ser respetuoso con la salud de las personas". De hecho, las nuevas cifras muestran a las claras los efectos nocivos para miles de vecinos y vecinas de la zona, un área de impacto que afecta a más de 25.000 personas, que viven o se encuentran, como el caso de niños y niñas del CEIP de Benalúa, "en ubicaciones próximas y muy expuestas, como también en localizaciones más alejadas y aparentemente menos afectadas", concluye el colectivo.