VALÈNCIA (EP). La Comunitat Valenciana perderá en las elecciones generales de este domingo un escaño en el Congreso por la circunscripción de Valencia y, además, un senador de designación territorial respecto a las elecciones de 2016, por la reducción de la población.
En el caso del Congreso, las provincias de Madrid y Barcelona ganarán un escaño que perderán las circunscripciones de Asturias y de Valencia. La cifra de parlamentarios varía en cada convocatoria electoral en función de la población.
En total se eligen 350 diputados y 208 senadores, pues como viene siendo habitual desde 1977, las elecciones generales afectarán a las dos Cámaras. Teóricamente, la ley electoral permite elegir un día al Congreso y otro distinto al Senado, pero nunca se ha aplicado esta opción.
El número de senadores es fijo: cuatro por circunscripción provincial, dos en Ceuta y Melilla y uno en las siguientes islas o agrupaciones de islas: Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma. Donde hay variación es el Congreso, pero respetando unos mínimos determinados: cada circunscripción debe elegir un mínimo de dos diputados con la excepción de Ceuta y Melilla, que eligen uno cada una.
Y en esta ocasión, y teniendo en cuenta el decreto de convocatoria de las elecciones de 2016, recogido por Europa Press, hay dos circunscripciones que ganan un escaño en el Congreso por el aumento del censo: Madrid, que pasa de 36 a 37 diputados, y Barcelona, que sube de 31 a 32. Para mantener el marco de 350 escaños, tiene que haber dos circunscripciones que pierdan un diputado, y esas van a ser Asturias, que baja de ocho a siete, y Valencia, que pasa de 16 a 15 escaños.
La Comunitat perderá un senador territorial la próxima legislatura y pasará de tener seis a cinco, que se repartirán los grupos parlamentarios de las nuevas Corts tras los comicios autonómicos del 28 de abril.
Las autonomías tienen varios senadores elegidos por sus respectivos parlamentos, que se suman a los que eligen los ciudadanos en las urnas en las elecciones generales. Todas cuentan con un senador de designación fijo y otro más por cada millón de habitantes, por lo que el número total sube o baja según lo hace la población. Son cargos que se renuevan tras cada proceso electoral autonómico y que se distribuyen los partidos políticos según sus resultados.
La Comunitat eligió en 2015 a seis senadores autonómicos tras las elecciones de aquel año. Según el padrón de 2014, el oficial en ese momento, tenía una población de 5.004.844 habitantes, así que le correspondía designar al senador que tienen todas las comunidades y otros cinco más, uno por millón.
Llegaron las elecciones generales de 2016, se actualizó el censo y la población valenciana había bajado de los cinco millones (tiene 4.963.703 habitantes), por lo que tenía que perder uno de esos escaños. Les Corts entendían sin embargo que sus senadores de designación son elegidos para cuatro años según el ciclo electoral autonómico y que no se le podía retirar el mandato a uno de ellos con la legislatura en marcha.
Finalmente, los grupos parlamentarios del Senado votaron y lo hicieron a favor del criterio valenciano: la Comunidad mantendría los seis senadores hasta las siguientes elecciones autonómicas, que están ya oficialmente convocadas.
En la próxima legislatura, esta autonomía tendrá cinco senadores por designación parlamentaria, han confirmado a Europa Press desde Les Corts. Y es que, aunque la población de la Comunitat Valenciana ha vuelto a superar los cinco millones de habitantes, según el padrón a 1 de enero de 2019 publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Gobierno aún no ha aprobado el Real Decreto para oficializar dicho padrón, por lo que el válido es el de 1 de enero de 2018.
El resto de autonomías no registrará sin embargo ningún cambio. De este modo, en la próxima legislatura la Cámara Alta tendrá 57 senadores autonómicos (en vez de los 58 actuales) y un total de 265 miembros (uno menos que hasta ahora). La mayoría absoluta necesitará por tanto el voto de 133 senadores.
Los seis senadores que eligieron Les Corts Valencianes en 2015 fueron Rita Barberá y Alberto Fabra (PP), Joan Lerma (PSPV), Pilar Lima (Podemos), Carles Mulet (Compromís) y Luis Crisol (Cs). El fallecimiento de Barberá en 2016 obligó a su sustitución por Antonio Clemente. La distribución de los cinco senadores actuales dependerá del resultado electoral del 28 de abril.
La coincidencia, por primera vez en la historia, de las elecciones generales y a Les Corts ha puesto sobre la mesa el procedimiento por el que se nombrarán estos senadores, dado el corto plazo de tiempo del que dispondrá el nuevo parlamento valenciano para proceder al nombramiento para que estos puedan estar ya designados al constituirse el Senado. Los grupos estudian un nombramiento "exprés" de los senadores territoriales para llegar a tiempo, y plantean acortar el plazo a dos días tras la constitución de la nueva cámara valenciana el 16 de mayo.
Tanto los partidos en el gobierno del Botànic —PSPV, Compromís y Podem— como los de la oposición —PP y Ciudadanos (Cs)— confían en que los nuevos diputados que salgan tras el 28A tengan "voluntad política" para llegar a un acuerdo unánime que permita acortar el procedimiento. El letrado mayor de Les Corts, Francisco J. Visiedo, que ha explicado que se trata de un procedimiento legal complejo y que para acortar el plazo es necesario el acuerdo unánime de todos.
En la Comunitat, el nombramiento de los senadores va ligado a la legislatura autonómica y una vez disueltas Les Corts queda disuelto su mandato. En esta ocasión, el parlamento valenciano se constituirá el 16 de mayo y tendría hasta el 21 de mayo, cuando se constituye el Senado. Se trata de un breve periodo de tiempo porque la ley exige que comparezcan en comisión y se sometan a la votación en pleno. Los plazos habituales que se manejan para esta designación provocarían que el Senado se constituyera sin los cinco senadores territoriales valencianos elegidos.
Es sabido que la canícula veraniega recalienta las meninges a más de uno. Lo tórrido de la estación no disculpa a los políticos. Más de un ciudadano se pregunta para qué va a las urnas si luego sus representantes no se ponen de acuerdo para gobernar. Y ya no vale que estemos en tiempo de tanteo y de juegos más o menos florentinos. Aún no lo hemos visto todo
