ORIHUELA. Los indicadores de escasez global de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) han constatado, por segundo mes consecutivo, el estado de alerta en la cuenca del río Segura. Por tanto, la Confederación activará las medidas correspondientes contempladas en el Plan Especial de Sequía para la cuenca del Segura. Esta cuestión se va a proponer a la próxima Junta de Gobierno e implicará una reducción moderada de las dotaciones a suministrar a la espera de la evolución hidrológica de este otoño.
A pesar de ello, no se prevén restricciones en la atención de las demandas para el abastecimiento humano en el presente año hidrológico 2023-2024, que ahora comienza. Esto es gracias a los diversos orígenes de recursos que gestiona la Mancomunidad de los Canales del Taibilla lo cuál introduce una alta garantía.
Asimismo, la Comisaria de Agua intensificará el control y vigilancia de los recursos hídricos a fin de garantizar el reparto equitativo de las dotaciones resultantes en razón de las reducciones que finalmente se adopten.
Por todos estos motivos, la CHS quiere hacer un llamamiento a todos los usuarios para que realicen un consumo racional de los recursos disponibles dada la situación de alerta que se constata en la Demarcación del Segura.
Los índices de escasez coyuntural de la cuenca del Segura se encuentran en nivel de alerta a fecha 1 de octubre de 2023.
El índice de escasez del sistema global que incluye las aportaciones y existencias de la cuenca y del trasvase Tajo-Segura está en 0.234 sobre 1, que se corresponde con la situación de alerta.
De forma individualizada, Índice de escasez del Sistema Cuenca está en 0.288 sobre 1, situación de alerta. Por su parte, Índice de escasez Sistema Trasvase está en 0.18 sobre 1, situación de alerta.
Por otra parte, el resto de Unidades Territoriales contemplan la siguiente situación: la zona de cabecera está en prealerta; mientras que la margen derecha e izquierda mantienen una situación de normalidad.
Finalmente, resaltar que la cuenca del Segura mantiene la ausencia de sequía prolongada, que se calcula únicamente con datos de pluviometría, lo que implica el mantenimiento de los caudales ecológicos que contempla la planificación hidrológica y que son una restricción a los usos, excluido el abastecimiento.