ALICANTE/VALÈNCIA. Arrancada y marcha atrás. Así se pueden resumir las últimas 48 horas en el siempre convulso mundo de las patronales de la Comunitat Valenciana. Los primeros compases de la nueva Confederación Empresarial Valenciana (CEV), una vez adquirido rango autonómico (al menos, en sus estatutos) y su búsqueda de fichajes de 'relumbrón' en la provincia de Alicante ha generado las primeras tensiones entre sus potenciales asociados.
El presidente de CEV, Salvador Navarro, anunciaba el jueves por la tarde (en la primera reunión de los órganos de gobierno de la patronal tras su modificación estatutaria) que no solo se había incorporado a la Federación de Empresas del Metal de Alicante (Fempa), una de las federaciones más potentes de la industria alicantina, sino que también se estaba tramitando la entrada de la hotelera Hosbec, que representa a 75.000 plazas hoteleras de toda la Costa Blanca (con Benidorm a la cabeza) y de la zona de La Safor, en Valencia. La entrada de Hosbec, según se trasladó a los miembros de la junta directiva de CEV, estaba pendiente solo de su aprobación en la asamblea de la hotelera de Benidorm.
El viernes, sin embargo, Hosbec se descolgaba con un comunicado en el que enfriaba su posible entrada en la CEV, y advertía a la patronal autonómica de que "no ha solicitado formalmente su incorporación" tras la reforma estatutaria que aprobó esta organización hace unas semanas, ya que "esta solicitud sólo procede realizarla una vez tomado el acuerdo por nuestra asamblea general, que no se reunirá hasta finales del mes de abril". Es más, el comunicado señala que "la incorporación en la CEV conlleva un compromiso de tipo presupuestario que no está ni contemplado en los presupuestos actuales ni aprobado por la junta directiva", por lo que "no será posible solicitar formar parte de esta confederación".
Detrás de este jarro de agua fría en forma de comunicado, según las fuentes consultadas por este diario, se encuentra el malestar que ha generado en la patronal hotelera las prisas de la CEV por anunciar su incorporación. Para atemperar esa precipitación, Hosbec reflejó en su comunicado que, por ahora, ni siquiera tiene partida presupuestaria disponible para estar en la confederación.
Pero no solo eso. La urgencia de CEV por presentar 'fichajes' alicantinos ha sentado especialmente mal en la asociación de empresarios hoteleros, que remataban su comunicado con un golpe en el pecho: "Esta asociación representa los intereses de los empresarios turísticos desde su fundación en 1977, y con ámbito de la Comunitat Valenciana desde 2011". Y "hasta este momento no ha sido necesario contar con otro tipo de estructuras superiores para ejercer esta función con total solvencia y determinación". Es decir, Hosbec insinúa que CEV los necesita más a ellos que viceversa. "No hay ninguna razón de urgencia que justifique una incorporación inmediata", señala el texto.
Hosbec, eso sí, aprobó en su última junta "explorar" su integración en la nueva CEV. Un paso lógico, puesto que la patronal hotelera ya tiene rango autonómico (modificó sus estatutos en 2011 para permitir la asociación de empresas de Gandia), y representa a un sector que aporta, décima arriba o décima abajo, el 13% del PIB de la Comunitat. Pero precisamente por eso goza de interlocución directa tanto con la Generalitat como con el Gobierno central (hay prevista una reunión en Madrid en los próximos días para analizar el futuro del Imserso) sin necesidad del paraguas de una confederación empresarial superior.
Estas tensiones se producen en un contexto en el que la división entre las patronales de las dos provincias está en máximos. El paso de la CEV para convertirse en patronal autonómica ha roto los puentes con la alicantina Coepa, que no quiere renunciar a la representatividad del empresariado de la provincia. Un empeño en el que parece contar con el apoyo, incluso, de las federaciones y asociaciones que valoran afiliarse directamente a la valenciana, dado que ninguna (ni siquiera la crítica Fempa, por el momento) piensa dejar la patronal alicantina al entrar en la autonómica. Sigue pendiente, mientras, una reunión entre los dos presidentes, Francisco Gómez y Salvador Navarro, que rebaje la tensión y abra la vía del diálogo.
Las prisas de CEV por afiliar asociaciones alicantinas podrían explicarse también desde ese punto de vista: llegar a la reunión con Coepa, si es que esta se produce, con tres o cuatro nombres de peso en nómina para avalar su posición. Sin olvidar que el cambio estatutario no convierte 'per se' a CEV en una patronal autonómica, pero que la representatividad sí lo haría. Sumar a Fempa, Hosbec, Avecal y alguna asociación de peso más de la provincia de Alicante legitimaría su postura a la hora de reclamar los fondos de la Ley de Participación Institucional, que también están en la picota.
En el caso de Avecal sucede otro tanto. La asociación de empresas del calzado, con sede en Elche pero rango autonómico, también rebajó ayer las expectativas generadas por su participación en el nacimiento de Confeindustria y los buenos ojos con los que vio el nacimiento de la CEV autonómica. Pese a que en distintos foros (sobre todo en la provincia de Valencia) se daba por seguro que el próximo 4 de abril, en la junta directiva trimestral, se iba a aprobar solicitar su adhesión a la patronal autonómica, fuentes de Avecal indicaron a Alicante Plaza que ese punto ni siquiera está en el orden del día. Cosa que no significa que no se estudie. Pero de momento, unos y otros echan el freno y rebajan las expectativas de CEV.