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empiezan las pruebas en las clarisas 

Elche se alía con la cal de Morón, misión: salvar y restaurar la piedra monumental de la ciudad

13/12/2020 - 

ELCHE. De entre las numerosas cuentas pendientes de la ciudad con su patrimonio, una de ellas es la del estado de la piedra de sus distintos monumentos. Prácticamente todos los que nuclean el casco histórico, el grueso con piedra caliza —calcarenita, calizas-areniscas—, presentan desprendimientos o desconchados bien por la calidad de la piedra o bien por los fenómenos atmosféricos. Ahora, además de la restauración de varias placas de la trama urbana romana, el Ayuntamiento se ha aliado con expertos de la cal de Morón, también Patrimonio de la Humanidad, para probar por métodos naturales la restauración de la piedra, como llevan tiempo haciendo en el patrimonio de Granada. 

Estos desperfectos, visibles en prácticamente todo el conjunto monumental, se pueden observar en la fachada de Santa María, en la Lonja Medieval del Ayuntamiento y en la puerta consistorial sobre todo, en la Casa de la Festa, en la fachada y tapiales del Palacio de Altamira, en la Calahorra, en Las Clarisas... La piedra se está desintegrando, lo que supone un problema grave por el deterioro en el tiempo. En su día se puso resina sintética que no ha funcionado, a pesar de la fuerte inversión, y ahora el problema es mayor porque hay que decapar lo que hay y poner un producto nuevo, que es lo que se está probando estos días en Las Clarisas. 

Los problemas de métodos anteriores

Un problema que ya se conocía pero que a raíz de los desprendimientos de los enlucidos y tapiales del castillo se ha decidido actuar, aprovechando también que se va a actuar sobre las placas romanas de la Colonia Augusta del Ayuntamiento, pues sus revestimientos se están desprendiendo. Los resultados de la prueba se enviarán a un laboratorio para que se analice si el producto funciona con esta piedra caliza propia de las canteras cercanas — principalmente de las Sierras de Ferriol y de Peligros— y ver qué reacción está teniendo, visto el fracaso del mortero sintético, que al ser duro y rígido, afecta al propio mortero. Además, al ser la piedra de poca calidad, ambos factores provocan que se genere más humedad y la piedra se deteriore más aceleradamente. Se crea capilaridad entre el agua y el revestimiento y cuando el mortero se desprende de la piedra se la lleva detrás, por lo que al final el daño es mayor. 

La última vez que se actuó sobre estas cuestiones fue aproximadamente en 2007 en Santa María —cuya restauración sigue a la espera— y en el inmueble del Ayuntamiento en 2005, fechas en las que se utilizó el mencionado material. En casos como el de la basílica, titularidad de la Iglesia, hace falta una gran inversión para decapar sus distintas fachadas y actuar con el andamiaje. Actualmente se ven al descubierto alambres de los anclajes para unir el mortero de reparación con la piedra, pero la diferencia tensional entre ambos es tal que se desprende, y por eso han quedado al descubierto y dan mala imagen. En el caso del Consistorio, la peor parte es la puerta interior de los arcos que sube al salón de plenos, con el inconveniente de que al igual que el resto de monumentos, la piedra de la zona no es buena, es arenisca. No obstante, cada inmueble tiene un problema y no todos tienen estrictamente los mismos materiales.

La técnica natural con la cal de Morón

Las nuevas pruebas se están realizando a varias bandas entre técnicos del Ayuntamiento y un par de empresas de cal de Morón, que se han ofrecido de forma altruista a raíz de la colaboración entre sitios Unesco y que con estudios en colaboración con la Universidad de Sevilla, ya han actuado en este sentido en otros puntos, ya que son técnicas desarrolladas con eficacia contrastada en fábricas de sillería y tapiales. El suyo es un método natural que ya se está utilizando bastante en una ciudad de la relevancia patrimonial de Granada. Se procede a una limpieza intersticial de las fábricas —sobre todo sales— y se regenera la zona afectad con morteros de restauración de cal.

"En un primer paso lo que se va a hacer es estabilizar la piedra y luego ponerle un mortero de cal", explica la edil de Urbanismo, Ana Arabid, "todo con productos naturales para evitar los problemas que genera cuando se ponen productos químicos encima de la piedra, que los rechaza", explica. "Parece que la piedra absorbe mejor este método". Aunque advierte que la prueba es totalmente experimental para ver cómo funciona, "ya que es un problema generalizado con la piedra también en otros municipios de la zona". Ahora se tienen que realizar pruebas de laboratorio y esperar un par de meses para ver si con el tiempo aguanta el mortero de cal y no se cae. "Está todavía incipiente y queremos comprobar el resultado para ver si se puede aplicar el resultado a los edificios históricos", explica. Es una primera fase inicial para una técnica de recuperación que sería de largo recorrido en cualquier caso.

Métodos de nanocristalización 

La prueba con el nuevo método se está realizando en una zona interior de Las Clarisas, en un pequeño trozo de los soportes. "Es nanotecnología", explica Gregorio Alemañ, Jefe de la Sección de Patrimonio Cultural de Urbanismo del Ayuntamiento. El método consiste en aplicar un silicato de sodio que genera unas agujas de silicato dentro de la piedra y la consolida. Hace que la piedra traspire pero no penetre el agua, que es uno de los problemas que genera el mortero sintético. "Esto se va haciendo con estos silicatos y con el agua de cal, que favorece la consolidación de los mismos y consolida la capa exterior de la piedra, muy deteriorada".

Una vez realizado esto, se extraerá un pequeño testigo de 2 cm de diámetro, una barritas de piedra para comparar la absorción de agua y resistencia de la parte que se ha tratado con la parte sin tratar. "Eso nos dirá la capacidad y profundidad del producto, que tira toda la suciedad que tiene la piedra". Para estas pruebas de comparación tras las extracciones se quiere hablar con el Laboratorio de Materiales de la Universidad de Alicante para que se encargue de estas. Por lo pronto, de momento el lunes seguirán con más pruebas, pues esta semana se hace la tercera limpieza.

A priori, una vez se introducen estos productos, se consolida el forro y va expulsando las sales y la materia orgánica que pudiera haber, sobre todo salitres. Una vez queda expulsado, se limpia y se deja la piedra preparada para recibir el mortero de cal que es el mortero de restauración que recupera el sillar en aquellas partes donde se ha hecho romo. Así es como se reconstruye y se pretende que la superficie de la fachada los acepte. Este método crea una micropelícula y cuando se une con la piedra, logra una resistencia muy fuerte. Ahora mismo se está en la fase aún inicial de comprobar la consolidación y mineralización de la piedra. Cuando se teste será cuando se utilice el mortero de cal de Morón.

Así pues, "tenemos un problema muy gordo" por esta situación, explica Alemañ. "Es algo extrapolable a una gran parte de patrimonio de la zona del Mediterráneo que utiliza los mismos materiales". Y adhiere que es un problema cuyo coste de arreglo son obras muy costosas con andamiaje, pruebas y otras obras auxiliares. Con este método se busca si esta puede ser una solución óptima, "y si se ve que funciona, habrá que elaborar un proceso de fases para ver qué se arregla primero, e ir de menos a más". Si por ejemplo se ha de empezar por el claustro de Las Clarisas o por el castillo, ambos con la piedra en este estado. Y en unos años comparar si se acaba aplicando el método.

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