del derecho y del revés / OPINIÓN

La Biblioteca de los Libros Felices

26/10/2019 - 

Quienes no lo conozcan o lo hayan hecho únicamente de manera superficial pueden tener una idea inexacta de él. Manuel Desantes es, aparte de insigne catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Alicante, Papá Desantes para sus alumnos Lvcentinos –egresados del Máster en Propiedad Industrial e Intelectual que creó hace 25 años en la UA-, o bien D. Biblo para los que lo han conocido a través de su faceta de bibliópata, válgame el palabro, como lo definió artísticamente el pasado jueves Manuel Avilés. 

Este neologismo surgió en la presentación que tuvo lugar en la biblioteca que lleva su nombre, situada en el Colegio Notarial de Alicante, a la que acudieron más de cincuenta personas. En este acto se celebraba el 537 cumpleaños de D. Quintiliano, esto es, del libro impreso de este autor, discípulo de Cicerón, que lleva por título De Instituto Oratoria, fechado en 1482 y del que quedan catalogados 40 ejemplares en todo el mundo. Como en cualquier cumpleaños, la celebración contó con tarta y sus velas correspondientes, e incluso se cantó la famosa canción de “Cumpleaños feliz”. La celebración coincidía además con la del Día Mundial de las Bibliotecas.

Uno de esos 40 ejemplares del mencionado libro de Quintiliano, hecho de trapos viejos como era la costumbre en 1482 y de un valor incalculable, se halla en esta Biblioteca de los Libros Felices, como la ha venido a llamar Desantes, que el mismo ha ido creando a lo largo de los años con el apoyo incondicional de su esposa, Guiomar. Este ejemplar en concreto lo encontró el profesor en Bratislava, pues para ser bibliópata sin duda uno de los requisitos imprescindibles es ser viajero. Desantes ha ido recopilando a lo largo de los años a costa de su economía esta colección de más de 4.000 ejemplares, entre los que se hallan nada menos que dieciséis incunables, esto es, joyas de los primeros años de las imprentas en todo el mundo.

Por la Biblioteca de los Libros Felices, de visita obligada para cualquier alicantino o forastero con ciertas inquietudes culturales, han pasado más de mil personas desde que se abrió al público hace pocos meses, demostrando con ello que los libros siguen estando de moda y que las personas, en general, apreciamos las cosas buenas cuando nos las saben explicar, lo que él hace además con una ternura encantadora. Es más, lo curioso de esta biblioteca es que estos libros, con el debido cuidado y respeto, se pueden acariciar y por eso lo de felices, porque en cualquier otra biblioteca del mundo tal cosa sería impensable, dada su fragilidad y enorme valor. Gracias al amor desmedido de Desantes por los libros antiguos y al apoyo del Colegio Notarial, Alicante cuenta a día de hoy con una colección privada puesta a disposición del público que es un referente en todo el mundo. Una gran suerte para nosotros, sin duda. No dejen de ir a visitarla si aún no lo han hecho. Muchas gracias, Manuel.

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