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el desenlace del pleno de investidura sigue en el aire

La Alcaldía de Alicante, en manos de Belmonte... ¿y de su sueldo?

18/04/2018 - 

ALICANTE. El color político de la Alcaldía de Alicante continúa en el aire ante el pleno de investidura que se celebra este jueves. Al parecer, todo habría quedado reducido ya a un escabroso debate sobre la asignación de sueldo para la edil que tiene el voto decisivo: la exrepresentante de Guanyar, Nerea Belmonte. Al término de los múltiples contactos mantenidos a lo largo de todo este miércoles, la regidora sigue sin garantizar su apoyo para que la socialista Eva Montesinos releve a Gabriel Echávarri como primera autoridad municipal en el año que resta para agotar el mandato. Al menos, así ha sido hasta pasada la medianoche, pese a que se preveía que la regidora diese una respuesta sobre su posición de voto.

Hasta ese momento, la edil no adscrita (expulsada de Guanyar, del equipo de Gobierno y de Podemos por conceder contratos menores de manera directa a personas de su entorno, sin que se abriese una investigación municipal o judicial al respecto) no ha dado ni un , ni un no rotundos, después de que la delegación negociadora del PSPV le haya trasladado un documento con 18 compromisos políticos a desarrollar hasta las municipales de 2019, entre los que se incluye la reforma del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) que ella ha venido reivindicando desde hace más de medio año para que se le reconozcan los mismos derechos políticos y económicos que al resto de concejales de la oposición.

Ese documento de compromisos, fruto de una intensa negociación en la que ha habido cesiones en favor de Belmonte llega a concretar que esa reforma del ROP se desarrollaría antes de agosto de este año. Sin embargo, todavía no habría sido suficiente para que Belmonte se decidiese a confirmar su apoyo a Montesinos. En lugar de ello, Belmonte ha sostenido que debía formular consultas con sus asesores jurídicos (ella es abogada) y ha optado por redoblar la presión sobre el PSPV, Guanyar y Compromís para que las tres fuerzas añadan a ese documento el compromiso expreso de que se le concederá una retribución por su labor política en el Ayuntamiento en las mismas condiciones que el resto de concejales de la corporación. 

Lo cierto es que en el pleno de Alicante, todos los ediles (salvo Belmonte y el segundo concejal no adscrito, Fernando Sepulcre, que cobra de la Diputación Provincial, donde también ocupa un escaño) perciben un sueldo que oscila entre los 35.000 y los 47.000 euros brutos anuales, en función de sus atribuciones particulares y de su dedicación horaria al cargo

No obstante, no es menos cierto que las tres formaciones que compartieron responsabilidades de Gobierno hasta el pasado noviembre no parecen dispuestas a firmar esa promesa. Las fuentes consultadas precisaron que aunque a Belmonte pudiese corresponderle esa retribución, comprometerla por escrito sería como reconocer y certificar que se estaba produciendo una compra de su voluntad política. Algo que, según las mismas fuentes, resulta completamente inadmisible. 

PSOE, Guanyar y Compromís no estarían dispuestos a reflejar un compromiso por escrito sobre la asignación de retribuciones, aunque le pudiesen corresponder, ya que supondría el reconocimiento de una compra de su voluntad política

Además, incluso en el caso de que hubiese disposición a incluir ese compromiso por escrito, se da por descartado que ningún representante de Guanyar accediese a firmarlo. Primero porque se considera que significaría premiar un caso de transfuguismo. Y segundo porque, además, esa decisión debería analizarse en una asamblea.

En ese escenario, el segundo movimiento pendiente, relacionado con el órdago de la edil de Guanyar, Julia Angulo, y su exigencia de medidas contundentes contra el secretario de Inmigración del PSOE local, Ricardo Picó, por el altercado protagonizado durante la visita protocolaria del expresidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha quedado en un segundo plano. Según las fuentes consultadas, la solución que se había venido negociando para conciliar posturas ha quedado aparcada sin llegar a resolverse. Como ha venido publicando este diario, ninguna de las piezas del puzle podía encajar si Belmonte no se mostraba dispuesta a votar a Montesinos.

Sin ese respaldo expreso, la Alcaldía de Alicante pasaría a manos del PP, en la figura de su portavoz municipal, Luis Barcala, como candidato de la lista más votada en las municipales de 2015, ya que tanto Sepulcre como Ciudadanos vienen reiterando desde la semana pasada que no darán su voto para investir a Montesinos. Hasta este miércoles, no había motivos para pensar que pudiesen cambiar de parecer. Así que sólo queda por ver si la indefinición de Belmonte y su cambio de discurso (hasta ahora no había exigido la asignación de sueldo de manera expresa, sólo que se reconociese el error en el trato que se le había dado) podría tratarse simplemente de una estrategia con la que resarcirse de lo que ella considera dos años de agravios, en los que ha quedado orillada y en los que no ha percibido ningún ingreso por su labor política, a diferencia de Sepulcre.

Las respuestas a todas las incógnitas probablemente no lleguen hasta el desarrollo del pleno de elección de alcalde, a partir de las 9:30 horas.

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