por amor al arte / OPINIÓN

Kirk Douglas

9/02/2020 - 

Luis Barcala sale del río Jordán, renuncia a las pompas de satanás, pide la extinción de la ley de contratación y ataca, directamente, a Cristóbal Montoro. Con razón. Un bautizo con fundamento. Aquí justo sale Mari Carmen de España del convento, se sube a la cabina, quita a Arkano, y pincha ‘Bienvenidos’ de Miguel Ríos. Reviven Macarena Montesinos, Agustín Almodóbar y César Sánchez.  Isabel Bonig -flanqueada siempre por 2 rompecráneos de la “gestora b”- pacta, en ese Palmar de Troya que es el PPCV, con los restos del sorayismo. Tarea inútil. Todo Alicante comenta que si Carlos Mazón apunta a València o a Madrid. Si JLo o Shakira. Si Thelma o Louise. Si Ortega o Gasset. Si Peter Buttigier o Bernie Sanders. El empresario ilicitano Ramon Salvador pacta con la fiscalía y acerca más la condena a aquella élite de la época del saqueo popular. Sanguino y el Frente Sanguinista pregunta al viento estelar si Barcala no recuerda qué hacía en tiempos de la agrupación de patriotas del dinero. Como un Díaz Alperi o una Sonia Castedo. Pedro Sánchez normaliza Barcelona. Sin barricadas. Estabilidad. Sólo falta tener un presupuesto. Y, para nosotros, solucionar la financiación. El piloto ha soltado lastre: aterriza con éxito. Amanece y se proyecta el arco iris en el universo. José Luis Cuerda dice “pues creo me voy a a sacar la chorra”.

Sánchez convoca ejercicios espirituales en la finca de Torrequintos. El Consell lo hace en el eje Xàbia/Dénia. Vicent Soler, comprensivo, vuelve sin el IVA, pero con un respiro de 352 millones. Marzà y Bravo se quieren. Esperemos que el Mónica Oltra de el vist i plau. El baile de debutantes de Viena. Rubén Martínez Dalmau parece que se ha leído el informe de la INECA de Rafael Ballester. Se anuncia una tercera vía entre el descontento ximista y el abalismo. Juan Carlos Fulgencio vuelve, cabreado,  a su destino: intendente de polícia. Se espera que Gloria Calero será una nueva Delegada del Gobierno “más política”, con “más colmillo”. La ONU advierte sobre la pobreza extrema en España. Borrell no entiende a Greta Thunberg.  El caso Francisco González es ya el caso BBVA. Aumenta la protesta en China por el Coronaviris. El martes les Corts -si la Mare de déu del valencians i Naraia Davó quieren- sancionarán a Alfred Costa como nuevo director d’À Punt. Suerte. Vale la pena subir al frio para ver Vinticinc Vacances a Ovidi Montllor. Carme Jorques es milagrosa.  El delfín mular ataca la flota artesanal. ‘Parásitos’. El papa Francisco se revuelve y fulmina al secretario de Ratzinger, Georg Gäenswein. Los caminos de nuestro señor son inescutrables.

España resiste en modo avión lo que dura un excelente discurso de Felipe VI. Elegantísima Letizia Ortiz. Guerra de aplausos. Gisela es nuestra ‘Elsa Frozen’ en la ceremonia de los Oscar. Compromis pide en su web oficial el voto para la beniarrense Samantha en OT2020. Suena Frank Sinatra. Vuelve Gil de Biedma. Después de la era glacial e incertidumbre provocada por la espantà de Mariano Rajoy, parece que nos merecemos un rayo de sol. Contemplación teresiana. Calma y la serenidad. Tenemos un gobierno -de izquierdas- en el Reino de España. Pero no. La autodenominada zona nacional, inasequible, sigue en la trinchera: incluso atacándose a ellos mismos. Y lanzando granadas al cielo. Los últimos de Filipinas. Ortega Smith es el japonés que sale de la selva medio siglo después pegándole tiros a cualquier dron por su emperador. Génova lanza a MAR y Díaz Ayuso, la columna Durruti Aznar, contra el sanchismo. José Mayor Oreja declara que FCC perdonó la deuda del altar de la visita a València de Benedicto XVI “porque era para la Iglesia”. El siglo veinte y mas atrás cabe en el hoyuelo del mentón de Kirk Douglas. Un judío que sobrevivó al Hollywood de McCarthy.  Todos somos Espartaco. Colas en Madrid para escuchar a Pepe Mújica. Palabra de dios. Te alabamos señor.

Allá en lo alto del Pico Espadán están las estrellas, la luna, el firmamento y algo más: Inmaculada De la Concepción. Las niñas, mis hijas, se salen. Glorita  ha cumplido años. Andrea y Kate andan saltarinas de conboy. Nosotros estamos en la quietud. La noche. La hoguera. El silencio. Mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González, de repente, sale desde algún satélite de Benissa, me despierta y me canta por Conchita Piquer. “Escribe lo que quieras. Estás despedido”. Bajo al pozo hondo. Hielo. Salgo en Falmouth MA, USA. El teclado siempre es mágico al relente de la madrugada. Nunca cobraré. El viento sacude el pinar. Soy feliz. Un lector sonríe. Quizás usted. Fin.

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