BENIDORM. La polémica por la reorganización de los juzgados de violencia de género sigue salpicando a los municipios que se han visto afectados. Es el caso de la Vila Joiosa, cuyos casos se trasladan a Benidorm, como ha ido explicando este diario. El malestar en el municpio es tal, que hasta el propio PSOE que gobierno en la ciudad ha presentado una moción a pleno -que se tornó conjunta de todos los grupos- para rechazar esta decisión y pedir que se reconsidere.
Entre las argumentaciones para oponerse hablaron de los desplazamientos a los que se verán obligadas las víctimas, así como la policía, Guardía Civil y abogados, además de la carga de trabajo que se le añadirá a los Juzgados de Benidorm.
Preguntado sobre todo ello, fuentes de la Conselleria de Justicia volvieron a defender esta decisión. Hay que recordar que en la iniciativa del gobierno central contribuyó la propia responsable de este departamento autonómico, Gabriela Bravo. De este modo, afirmaron que la finalidad es mejorar el servicio y la atención a las víctimas, por eso se ha reagrupado en los juzgados de violencia de género como el de Benidorm, eliminando así los tribunales mixtos como ocurría en la Vila. Como consecuencia, se espera una atención especializada para estos casos.
Por lo que respecta al asunto de la Marina Baixa, explicaron a este diario que dentro de las competencias que tiene la administración autonómica está previsto reforzar los juzgados de Benidorm ampliando la plantilla. Según los datos aportados en el pasado pleno, Benidorm atiende una media de 650 casos al año, mientras que la Vila asiste unos 450. Sería casi duplicar los asuntos diarios que pasan por estos juzgados. Aun así, fuentes de Justicia aseguraron que todos estos valores están estudiados, se rigen por una media que cuando se rebasa, se analiza la creación de un nuevo módulo. La cifra resultante de la suma de ambos sigue siendo asumible para Benidorm, afirman estas mismas fuentes.
Otro de los aspectos tenidos en cuenta para aceptar o no la reordenación de juzgados fue la distancia, no superior a los 15 kilómetros. En este caso se queda en torno a los 13 kilómetros. La solución para ello es el traslado asistido de las víctimas, que recordaron, está en funcionamiento desde hace años.