José Casanova en la sede alicantina de Casanova Agency sostiene el premio, rodeado de trofeos. FOTOS: Rafa Molina.Viene de familia publicitaria y siempre ha trabajado para empresas del entorno ilicitano, aunque su ambición le llevó pronto al ámbito nacional. Supo ver el cambio de modelo que trajo la transformación digital y por eso acaba de recibir el Premio Nacional de Marketing 2020, por Top Photo, un proyecto de fast content creado por Casanova Agency
ALICANTE. Casanova Agency era una pequeña agencia que trabajaba para empresas del entorno ilicitano, aunque siempre tuvo un sueño y una visión ambiciosa que abarcaba mucho más. «Como los sueños nadie te los puede quitar, nosotros seguíamos soñando a lo grande», recuerda su fundador, José Casanova. En su evolución creciente ha sido imprescindible la asociación con partners para buscar la excelencia. Y es que, cuando uno sabe lo que le falta, si es un buen líder, se rodea de quien posee esas virtudes para hacer equipo. «Muchas cosas yo no las sé hacer y tampoco creo que sea el mejor creativo, pero sí soy el mejor jurado; tengo la capacidad de discernir lo que es bueno de lo que no, así que eso me ha ayudado en la selección de partners y equipos que estuvieran a la altura de mis exigencias y de la traducción en positivo de lo que quería hacer», explica.
Sin embargo, la práctica resultó más difícil que la teoría. «Hay un punto de inflexión determinante en mi carrera, que fue el día en que acepté que nunca lo van a hacer todo como yo lo quiero hacer; el día que entendí eso, aprendí a tener empleados con capacidades paralelas a las mías con las que a veces me sorprenden, porque no hay una visión única en el mundo», confiesa. En la parte estratégica y de visión final él lleva la voz cantante, pero asegura ser capaz de moldearla para lograr el objetivo común. «Cuando consigues alinear los equipos y que te entiendan, la vida es mucho más fácil», sentencia.
La marca eldense de calzado Lodi fue una de las primeras empresas con las que trabajó Casanova y, en estos más de veinte años de trayectoria, lo que era una pequeña firma se ha conseguido posicionar entre las cinco mejores del mundo del bottier en España. Después se incorporaron como clientes Kelme y Tapelia, punto de inflexión en el crecimiento de la agencia. Tapelia, una empresa muy local, creció exponencialmente hasta el punto de abrir más de cuarenta locales en España y otro en Alemania. Una carta de presentación que le valió para llamar la atención de otros clientes nacionales. Más tarde, su faceta de consultor para Energy Sistem reportó nuevas conquistas profesionales para Casanova Agency, que ahora cuenta con cuatro sedes (Alicante, Madrid, Barcelona y Valencia) y se ha especializado también en el sector de los eventos.
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