ALICANTE. Es un secreto a voces que el futuro inmediato de Jony Ñíguez no pasa por seguir defendiendo la camiseta del Elche pero, en contra de lo que se barruntaba, su marcha del club del Martínez Valero está más cerca de ser consensuada que de lo contrario pero, eso sí, no en la forma de acuerdo de rescisión.
El Elche necesita aligerar carga salarial para no lastrar el límite de plantilla del próximo curso y de ahí que esté sobre la mesa la opción de poner fin contrato antes del 30 de junio a aquellos futbolistas que están hoy en plantilla pero con los que no se cuenta para la próxima temporada. Es el caso del mediocentro ilicitano, cuya participación este curso ha sido testimonial (solo ha saltado al césped en dos partidos de Copa y uno de Liga), o de Jesús Olmo (pero no de los cedidos como Iván Calero, Provencio, Nando Quesada, Collantes, Lolo Plá o Benja Martínez, pues tienen contrato en vigor con otro club hasta ese mismo día 30). Ahora bien, en este momento, en el caso del mayor de los Ñíguez, la opción de su salida a préstamo es la que cobra más fuerza (obviamente, por parte del club ya que el jugador quiere cumplir su contrato en el Elche (y está en su derecho).
Una gota en el océano
De entrada, una cesión implicaría que la ficha de Jony gravaría el límite salarial de la 2019/20, salvo que la operación se concretase antes del 30 de junio, algo harto improbable ahora mismo. Además, de cerrarse en julio o agosto la cesión, lo normal es que el Elche tuviera que asumir parte de la ficha de Jony, de tal forma que de poder rescindir al jugador con cargo al margen salarial actual (unos 400.000 euros), evitando gravar el del próximo curso, se pasaría a repercutir en el mismo parte de la ficha.
Eso sí, sería un mal menor, consecuencia del contrato que se le firmó en su día a Jony (de lo que nadie puede culpar al jugador) y, en cualquier caso, una gota en el océano si tenemos presente la amplia nómina de jugadores con contrato en vigor con los que no se cuenta, algo que limitará mucho los movimientos de entrada no obstante el gozar de un límite salarial de entre 4,5 y cinco millones de euros.