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Jeep Grand Cherokee Summit 3.0 V6: la importancia de la tradición

25/08/2018 - 

MADRID. Jeep es por excelencia el fabricante número uno de todoterrenos y la marca a la que ahora se le quiere dar más importancia dentro del grupo ítalo-estadounidense FCA (Fiat Chrysler Automobiles).

La moda por los todocaminos, SUV o crossover que recorre el globo terráqueo ha llevado a la enseña estadounidense a renovar su gama para cubrir todos los segmentos del mercado.

Nuevas generaciones de sus modelos, como la que se acaba de presentar del Jeep Wrangler, o actualizaciones de otros "superventas" para la marca como el Renegade, son la respuesta que Jeep ha puesto en marcha ante la ofensiva de todas las marcas.

La que no tenga un vehículo de estas características desde el segmento más pequeño al más grande, lo tiene difícil en estos momentos.

No es el caso de Jeep, cuya gama abarca desde el compacto Renegade al lujoso y carismático Jeep Grand Cherokee.

El Grand Cherokee es el más grande (4,87 metros de longitud 1,94 metros de ancho) y potente (puede llegar hasta los 707 CV del Trackhawk) de su oferta.

Está vinculado a una caja automática de 8 velocidades (con levas en el volante) muy cómoda para carretera y para cuando se transita por campo o se ponen a prueba sus habilidades en conducción 4×4, para lo que está sobradamente preparado.

La combinación diésel/transmisión automática ofrece una velocidad punta de 202 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 8,2 segundos.

La entrega de potencia es inmediata y, si no se dosifica el acelerador, puede ser algo brusca, por lo que es aconsejable mantener la distancia con el vehículo que nos precede para no intimidar a sus ocupantes.

El escalonamiento de las marchas busca una respuesta más prestacional y deportiva que eficiente. Esto hace complicado situar la aguja del consumo por debajo de los 10 l/100 km a poco que se aproveche la potencia del motor en autopista y a pesar del modo Eco.

Para evitar pasos muy repetidos por la gasolinera, Jeep ha montado en el Grand Cherokee un depósito de gasóleo de 93,1 litros, lo que tranquiliza mucho cuando está lleno, pero que podría intranquilizar a quien lo tenga que rellenar en un momento de precios altos de los combustibles.

El comportamiento en carretera es muy agradable por una amortiguación muy cómoda que hace ajustes automáticos para elevar y bajar la carrocería en función del uso que se le dé al coche: autopista, ritmo dinámico o campo.

Filtra a la perfección todo lo que sucede debajo de la carrocería, sin que el pasaje llega a percatarse de ello por lo que es buen compañero de viaje.

En curva también agarra bien y evita desmanes de la carrocería fruto de los acusados trasvases de peso en un vehículo que en la báscula marca 2.403 kilogramos en vacío.

Para cuando se abandona el asfalto, mediante una rueda situada cerca de la palanca de cambios, se puede modificar la tracción para adecuarse al terreno por el que se circula: arena (sand), nieve (snow), barro (mud) y rocas (rock).

Por defecto, el modo en el que se circula desde que se arranca es automático (Auto).

Otras ayudas inestimables son las del control de descensos, así como la de poder engranar tracción a las cuatro ruedas con reductora (4WD Low).

También otra posibilidad a tener en cuenta es la de cambiar la altura del vehículo (se puede subir para franquear obstáculos o bajarla cuando accedemos a un aparcamiento o para facilitar el acceso a personas con una movilidad reducida).

La suspensión neumática Quadra Lift permite elevar el vehículo a una distancia máxima al suelo de 274 milímetros, que es 66 milímetros más que la altura normal de conducción.

Diseño exterior e interior del Grand Cherokee Summit

Por lo que respecta a su diseño exterior, el actual Grand Cherokee (lanzado en 2011) presenta una imagen más moderna tras su última actualización a finales de 2016 (en 2013 recibió la primera remodelación).

Es un modelo que impone desde cualquier ángulo por sus amplias cotas. Visto desde delante, la amplia parrilla que acoge las siete barras típicas de Jeep, contrasta con unos faros estrechos de tecnología bixenón que iluminan bien la carretera.

Por debajo de ellos, y a la altura de la matrícula, hay dos faros que acogen la luz diurna de led, lo que enfatiza la fuerza visual del vehículo.

Un capó elevado y con nervaduras remarca aún más la fortaleza del vehículo, que presenta una imagen clara y típica de los 4X4, sin llegar a ser tan cuadradote como se estilaba no hace tanto tiempo.

En el lateral sobresalen una línea de hombros altos y unos pasos de rueda difuminados por la posición elevada en la que se encuentra el capó.

La trasera se distingue claramente por la doble salida del escape, el alerón que engloba la tercera luz de freno y unos faros situados en la parte alta del capó que transmiten solidez al conjunto.

En el interior, el color que predomina es el negro, que contrasta con las molduras de madera que recorren el salpicadero que queda separado por la pantalla central del sistema de infoentretenimiento y el equipo de climatización.

Los plásticos son blandos y presentan un buen ajuste y los asientos, tapizados de cuero en negro, llevan grabada la palabra Summit.

Muy útil en las plazas traseras las agarraderas situadas en el pilar B (se echan de menos para el copiloto), así como los diferentes huecos que hay repartidos por el interior.

El conductor dispone de un puesto muy cómodo en el que va a gozar de una altura mayor que en cualquiera de los SUV que hay a la venta. Desde él se observa con total claridad lo que rodea al vehículo, lo que facilita la conducción en cualquier circunstancia.

Disfruta de una posición ergonómica en la que todo queda a su disposición. El sistema de infoentretenimiento no es tan intuitivo como otras marcas por tener mucha grafía, lo que se solventa dándole órdenes vocales, que son más rápidas que introducir las instrucciones al navegador.

Detrás, el espacio también es sobresaliente, a lo que contribuye un suelo casi plano que permite al ocupante del asiento central ir igual de descansado que sus acompañantes.

A los tres les gustará la amplitud que se obtiene con el techo panorámico y practicable que equipa la versión Summit.

El maletero se abre por botón, cubica 457 litros y tiene espacio para la rueda de repuesto.

En definitiva, el Grand Cherokee es el coche para el que echa de menos la imagen de los verdaderos 4×4 y que además quiere un vehículo que vaya igual de bien en campo que en carretera.

Jeep es un especialista en este tipo de coches, lo que se traduce en un vehículo que puede pasar por donde nos propongamos usando la cabeza y teniendo en cuenta su elevado precio (85.100 euros).

No es el Wrangler de Jeep, pero le pone muy alto el listón a sus competidores.

Por precio se ubica en la parte alta del segmento, pero para igualarle en equipamiento habría que recurrir a la larga lista de opcionales de sus competidores, lo que no resultaría barato.

Monta de fábrica tapicería de cuero, techo eléctrico, pantalla central de 8,4 pulgadas (con radio DAB y navegación con gráficos 3D, cuadro de instrumentos personalizable en pantalla de 7 pulgadas, sistema de audio de alta gama), asistencia al aparcamiento en línea y batería con cámara trasera, aviso de salida de carril, aviso de colisión frontal a cualquier velocidad, control de crucero adaptativo, aviso de ángulo muerto, llantas de 20 pulgadas…


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