por amor al arte / OPINIÓN

Jane Fonda 

22/12/2019 - 

Los niños de San Idelfonso resuenan en este domingo sagrado antes de la Navidad. Huele a carajillos, nervios, promesas incumplidas: el futuro. Lo que vendrá es un misterio y eso es lo que ha sostenido desde siempre a la humanidad. La esperanza. Huele a repollo hervido en el patio de luces de la cárcel, en el hospital, en el hueco de la escalera. Sueñan las cuerdas desvanecidas de sábanas blancas, calzoncillos, botellas de sidra y deseos olvidados. Presos, enfermos y vecinos, todos resucitados súbitamente por la niñez, fuman impenitentemente y observan los números expuestos -como los santos óleos y el ajuar de la nena que se nos casa el verano del 22- encima del hule de la mesa. Hoy los periodistas y las putas -con perdón- no saben cuando acabarán. Descorches, espuma chispeando, de transistor a pantalla. Salpicaduras. El Gordo. Un invento sancionado por las Cortes de Cádiz para tener algo de suelto. Con permiso de Oriol Junqueras -en tus manos encomendamos nuestro espíritu- hoy vivimos la resaca del Congreso de Esquerra República de Catalunya. Su Majestad El Rey Felipe VI mañana quizás grabe, por fin, su mensaje. Letizia, la heredera Leonor y la infanta Sofía descansarán, por fin, rectas como una vela. Star Wars. El pensamiento mágico. La caricia de la vida enamorada.

Uno que es muy eurosumiso y -grande Santiago Abascal inventando palabras- servil, está completamente de acuerdo con el artículo que hoy ha escrito mi nunca bien ponderado ni pagado Herr Direktor Miquel González. Sí, aquí a mi izquierda. Existe un sutil suspiro, un exquisito sfumato entre el poder y la prensa, la libertad, la verdad y el negocio. De eso exactamente hablamos en la última tertulia del año de Carlos Arcaya en Radio Alicante con Héctor Fernández Medrano, director de El Mundo Alicante y Pere Rostoll, redactor jefe de política del periódico Información. A calzón quitado. Allá arriba en la nube neoplatónica de la arquitectura celestial institucional, económica y partidaria, esto suena a música monocorde mozárabe medieval, como el tsunami en el minuto diez del 0 a 0 del clásico Real Madrid/Barcelona. Messi contrata para su seguridad a Vectalia, la empresa de Antonio Arias. Las casas de apuestas son los niños de San Idelfonso de nuestros adolescentes. Salvemos las distancias. Triunfan las modelos virtuales. Marta Sánchez, la catedral de Notre Dame, recuerda que ella fue Rosalía. Martirio, Rossy de Palma, Martin Berasategui y Patti Smith Premios de Oro de Bellas Artes. La lotería del éxito y el fracaso. El trabajo. La dignidad.

Carlos Mazón crece y sabe esperar. Adrián Ballester, directo, trabaja siempre en el rincón de pensar. Uno ve a ambos lejos con esa neonostalgia marianista -con camisetas y todo- que invade el centro derecha español. La Diputación ha sacado los presupuestos. Mónica Oltra anuncia que el Consell también. Y que el Botànic sobrevivirá: no, no es lo mismo “la división que las diferencias”. El rojerío indígena follatriz y despreocupado en -el ácido hilaurónico milagroso en el cutis de Pedro Sánchez- esta larga espera descorcha otra docena de botellas de Moët & Chandon. Brindamos por Mujercitas, nuestra pasión seriófila, por la imposible caza y captura de Ximo Puig, por Mediterráneo de Serrat y la Lucha de Gigantes de Antonio Vega. Porque hemos sobrevivido a otra DANA y a la exhumación. Un trago porque pensamos chuparles sin compasión la cabeza a las gambas y a todos los amigos de Facebook: hasta a los invisibles. Eva Ortiz, nuestra chica Bond, después de brindar también -chin, chin- con Bonig en Torrevieja, señaló que el nostre president estará 70 días y una noche sin comparecer en les Corts. Toni Cantó ha donado a l’Oceanogràfic cuatro tortugas de su colección. Natxo Bellido denuncia que deshacer el contrato del PGOU de Sonia Castedo nos saldrá por cien mil euros. Nada que ver con el pufo de los 36,6 millones del aeropuerto del abuelito Carlos Fabra. Al que este año, indefectiblemente, le volverá a tocar la lotería. Volando voy, volando vengo…

El Grinch anda suelto por Alicante. Luis Barcala es un hombre sereno. Sabe que su suerte está echada. Aún así, le atormenta el torrente deslumbrante de cultura, valor y educación política del líder socialista Paco Sanguino, que, compadeciéndose de su orfandad navideña, nos felicita en el pleno, sinceramente, también las fiestas a judíos, a todas las Jane Fonda del orbe, a los otros, a los descreídos totalmente pecadores y felices. Uno, que es eso o peor, se siente eufórico porque el Ramadán es universal o no es. Como el 4 de Julio. Amén. Barcala, para desquitarse de la fuga de la noria de la feria a Vigo, de los vídeo mappigs, de la catástrofe del Hércules y el desastre en general, ha escalado hasta el Castillo de Santa Bárbara. Escrutando el horizonte -astrofísica de cercanías- después de una pausa, clarividente, anuncia solemnemente una cabalgata de Reyes Magos ¡de categoría!. Un nuevo gobierno. 80 Mundos, premio nacional a la mejor librería cultural. Cónclave mundial de exorcistas en Guardamar. Hay pretendientes, y son nou, para dirigir À Punt. Estamos salvados. Jane Fonda, detenida en su 82 cumpleaños. ¿se puede ser más divina?...

Libertad. La lluvia y el viento voraz borra el contorno de la Sierra de Espadán. El río ruge desbocado. Apenas existe la naturaleza. De repente, un rayo dibuja la navidad sobre nuestra tierra. Inma De la Concepción se acurruca, me abraza. Suenan las cinco y media de la mañana. Estoy seguro de que todo nos saldrá bien. De putísima madre. Tres palabras que nunca leerá usted querido y amable lector. Felicidades. Fuerza. Sobreviviremos.

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