VALÈNCIA. El Institut Valencià de Cultura (IVC) nombró el pasado mes de agosto a Ricardo Casado como nuevo director de la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana (JOVAL). El valenciano, que también es el director de la Orquesta Reino de Aragón —formación privada, residente en el Auditorio de Zaragoza—, aterrizó al frente de la unidad artística a través de un contrato laboral artístico con una duración de agosto a diciembre, prorrogable seis meses más. La elección fue de carácter discrecional.
Nada fuera de lo común si no fuera porque el propio Ricardo Casero formó parte del jurado del concurso público que eligió a Álvaro López-Jamar como director general de la institución que posteriormente le ha contratado. Casero actuó como “representante de la sociedad civil relacionado con el mundo de la cultura” propuesto por el Ateneo Mercantil de València, entidad invitada por la Conselleria de Cultura.
El resto de la comisión estaba formada, por un lado, por el equipo de la Conselleria de Cultura cuando la gestionaba Vox: la subsecretaria de la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura y Deporte, Mª Eugenia Vives; la secretaria autonómica de Cultura y Deporte, Paula Añó; y el director general de Cultura, Sergio Arlandis. Por otra parte, la misma Conselleria invitó a la Diputación de València a que nombrara a una “persona experta de reconocido prestigio” (en este caso fue José Luis Pinotti); y al Ateneo Mercantil a que hiciera lo propio con un representante de la sociedad civil.
El concurso, a diferencia del que designó a su predecesor, redujo la presencia y el peso de los profesionales en favor de los altos cargos de la Conselleria de Cultura. Si antes eran las asociaciones sectoriales las que proponían a dos personas cada una, teniendo más peso que los representantes públicos, en esta ocasión las entidades invitadas fueron la Diputación de Valencia y el Ateneo Mercantil, que aportaron dos de los cinco miembros de la comisión.
Además, las bases no contemplaban baremos impugnables, y la fase de valoración currículum y proyecto permitía descartar candidaturas antes incluso de las entrevistas. Esto se tradujo en que la comisión de valoración recibió diez candidaturas, y finalmente, solo dos pasaron el corte. El 19 de abril de este año, la Conselleria de Cultura hizo público la elección de Álvaro López-Jamar como sustituto de Abel Guarinos en la dirección general del IVC.
Tan solo cuatro meses después, el 15 de agosto, la JOVAL dio la bienvenida a Ricardo Casero como su nuevo director, sustituyendo a Pablo Rus Broseta, que estaba a la cabeza de la formación desde 2017. Lo hizo a través de una publicación en Instagram, pero el IVC no remitió entonces ni siquiera una nota de prensa.
Según apuntan fuentes oficiales a este diario, la dirección de la JOVAL siempre se ha hecho a través de un nombramiento discrecional (‘a dedo’), aunque con diferentes fórmulas, ya sea un contrato menor o una licitación. Por tanto, nunca ha habido un concurso público ni un proceso abierto para la designación de su dirección.
Tal y como reza su currículum, tras realizar estudios musicales en España, Estados Unidos, Suecia y Reino Unido, Ricardo Casero ha sido solista e intérprete de trombón durante casi 30 años, empezando su carrera en la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV), vinculada al Palau de Les Arts.
También ha sido director invitado en la Raanana Symphonette, Israel; Orquesta de la Ópera de Marsella, Francia; Transylvania Philharmonic Cluj, Rumania; Filarmónica Nacional de Ucrania; Swedish Wind Ensemble; Halle Staatskapelle, Alemania; Ópera Nacional de Albania; Kiev National Opera House, Ucrania; Filarmónica de Macedonia; Orquesta Nacional de España ONE, y varias de las orquestas sinfónicas de las comunidades autónomas, entre otras. Destaca en su carrera la invitación a participar en varias formación de música sinfónica de jóvenes.
Uno de los últimos proyectos de la unidad musical joven del IVC ha sido la creación de una segunda formación, la Jove Orquestra de la Generalitat Valenciana Plus, que se especializará en repertorio lírico.