BENIDORM. Sin aliento, encabalgando escenarios, así se presenta la jornada sabatina en la ciudad deportiva Guillermo Amor. Como el simbólico himno de los ochenta que Javier Ojeda interpretaba con un punto de histrionismo: “sin tomar aliento estoy, rodeado de calor, escucha, tengo que respirar, respirar…”
Sábado, 29 de julio, por Eduard Aguilar
Nada Surf (20:25-Matusalem)
20 años de nostalgia ochentera llevan los neoyorkinos Nada Surf sobre sus espaldas, ensanchadas a golpe de Indie Power Pop. Desde el fundacional High/Low que contenía el hit “Popular”, hasta el reciente Peaceful ghosts, pasando por el Let Go de 2002 que incluía el tema que fue su pico de popularidad, ese Inside of love que envolvía como la mantita que Robin Scherbatsky deposita sobre Ted Mosby en la azotea, rodeados de los restos de la fiesta, en el cierre del episodio 12 de la segunda temporada de How I Met Your Mother, cuando Ted Mosby todabía molaba, y Scherbatsky aún era un apellido impronunciable.
El problema de Nada Surf es que siguen siendo esa mantita que todo el mundo necesita, en una azotea, cuando empieza a refrescar. Aún así, perfectos para empezar a calentar piernas y oídos, en el inicio de la tarde/noche estival.
Soledad Vélez (21:30, Wiko)
La chilena Soledad Vélez firmó con Subterfuge un pacto con el diablo: yo no soy una chica más con una guitarra, y desde su València de adopción construye su arquitectura sonora con la abstracción como elemento sancionador y un uso del beat y los sonidos orgánicos bien integrados, que dieron como resultado el Dance and hunt, que la emparentan con solistas como Lykke Li, pero un escalón por encima en la pirámide del riesgo. Un plato exquisito para abrir boca, expentantes ante cómo el contexto festivalero puede afectar a su propuesta.
Viva Suecia (23:10, Matusalem)
Con los nórdicos murcianos empieza a tomar cuerpo la jornada de saltos y coros, de estribillos con eco y comunión colectiva. El grupo, también en la escudería Subterfuge, ha tomado el relevo de los Second, Lori Meyers o Izal que levantan el pabellón patrio a base de himnos como luciérnagas, luminosos, brillantes a veces, de vida efímera, pero intensa. A dónde ir, Bien por ti, Hemos ganado tiempo, Palos y piedras o Los años sonarán en un bucle de guitarreo rítmico, baquetas redobladas y voces armónicas. Si hay un prototipo de “grupo de festival”, Viva Suecia cumple con todas las condiciones para serlo.
Las Odio (23:40, Wiko)
Actitud, actitud, actitud, potencia y voces que en algún momento recuerdan el tremendismo de las pioneras Vulpes. Punk y riot-grrl al servicio de lo que estas cuatro profesionales de la cultura y la ciencia han dado a llamar escena infraunderground. Por debajo de eso no hay nada. Paula, Ágata, Sonsoles y Alicia sostienen ese groove hater que obliga a bailar sin parar, a estar pendiente de cada desarrollo, amparadas en el repertorio perfecto de Futuras esposas, un compendio de power-pop y rock’n’roll sencillo y pegadizo, con intromisiones evocadoras, como el teclado fantasmagórico de Blackout, el que fue tema de presentación del largo.
Franz Ferdinand (00:00, Estrella Damm)
Las hordas escocesas de Alex Kapranos no necesitan presentación. Si considerábamos Viva Suecia el paradigma de “grupo de festival”, los Franz Ferdinand se han convertido en el epítome del “grupo de macrofestival”, con un extenso puñado de temas bandera. Desde 2014 sin aparecer por los escenarios hispanos, en Benidorm sonarán Do you want to, No you girls, Bullet, Tell her tonight, Walk Away, Can’t stop feeling... y producirán un terremoto pogo en el extenso mar de público del escenario Estrella Damm, cuando empiecen a sonar los primeros acordes de su Take me out. Uno de los momentos de la noche.
Rrucculla (00:45, Jägermusic)
Izaskun, 22 años, Barakaldo, con los loops asentados sobre referencias tan insignes como Tortoise, Battles, Aphex Twin, Four Tet, Flying Lotus, Tujiko Noriko o Stereolab, y derivas hacia el hip hop, el dubstep o el free jazz electrónico de nombres como los franceses Hocus Pocus y el Nu-jazz de Saint Germain, Mathew Herbert o The Cinematic Orchestra, incluso con destellos de los sampleados de los australianos The Avalanches.
La vizcaina, con cuatro álbumes autoeditados, Early Sound Sketches, Yesterday is Tomorrow's wtv, A fate n̶o̶t̶ to be avoided, Tactile Emotion, y un EP, Ilikeyousky, butIcannotstandyourgreyishmood de un solo tema, Hurrengo geltokia... BBARAKKALLDDO, de 11’51’’ de sampleado narrativo, tiene todos los números para convertirse en la revelación del verano y el petardazo de esta edición del Low.
The Hives (02:00, Estrella Damm)
El segundo momentazo internacional del día será con los suecos The Hives y su power-pop bailable, muy en la línea del exclamativo nombre de los Viva Suecia. Pelle Alqmvist y Nicholaus Arson llevan 20 destrozando caderas y rodillas con su guitarreo, por lo que intentarán competir con los FF por el MVP de la noche, contraponiendo a los hits de los escoceses, temazos híbridos entre el mod, el punk y la americana, como el contundente Whitout the money, o medios tempos como el magnífico Blood Red Moon. Épica rocanrolera salpimentada con esa perfección compositiva que tanto identifica a los grupos nórdicos.
Delorean (03:05, Matusalem)
Si las rodillas lo permiten, la madrugada está reservada al crossover techno ochentero de los músicos de Zarautz: house bailable, ritmos que tiran de las lumbares, voces que rememoran el mejor techno pop de la tradición italiana, Igor Escudero, Guillermo Astrain, Unai Lazcano y Ekhi Lopetegi recrearán los temas de su Muzik de 2016. Si a esa hora no quedan fuerzas para bailar, nada mejor que un chute de techno-house amable para desentumecer las neuronas.