MADRID (EP). Más de 250 cadáveres han sido recuperados en el recinto en el que se celebraba un concierto de música electrónica trance cerca del kibutz Reim, en pleno desierto del Neguev, atacado por Hamás el pasado sábado.
Según el último balance, el Servicio de Identificación de Victimas de Desastres (ZAKA), una organización de voluntarios reconocida por el Gobierno israelí que está encargada de la retirada de cuerpos de los fallecidos, ha dado esta cifra en declaraciones a la prensa israelí.
Los cientos de asistentes al Festival de Música Nova fueron testigos de los cohetes lanzados a primera hora del sábado por las milicias palestinas desde Gaza y posteriormente llegaron al lugar individuos armados que dispararon a matar, lo que provocó la huida en masa de los participantes mientras aún sonaba la música electrónica.
El festival fue organizado coincidiendo con la festividad judía del Sukkot. Comenzó a las 23.00 horas del viernes y duró toda la noche, con unos 3.000 asistentes, en su mayoría israelíes de entre 20 y 40 años.
Al menos 600 personas han muerto en Israel por los ataques de Hamás desde la Franja de Gaza, que además han dejado más de 2.000 heridos, según el último balance provisional proporcionado por los servicios de Emergencia y el Ministerio de Salud israelí.
Entre los fallecidos hay un total de 102 militares y policías muertos. En la nueva lista de fallecidos hay un general, dos comandantes, tres sargentos, un cabo y un teniente, según el comunicado oficial de las Fuerzas Armadas israelíes. En cuanto a la Policía israelí, su balance incluye cinco fallecidos en el servicio secreto israelí para el interior y los territorios ocupados, el Shin Bet. Otros 18 agentes están desaparecidos.
Por su parte, en un nuevo balance, el Ministerio de Salud de Gaza ha elevado a 370 los muertos y a más de 2.200 los heridos por los contraataques israelíes en el enclave palestino.
El Ministerio ha denunciado ataques contra personal e instalaciones médicas palestinas por parte de las fuerzas israelíes que se han saldado con la muerte de tres trabajadores y lesiones para otros tres en un "ataque directo" contra el Hospital Indonesia y el Complejo Médico Nasser. También han quedao destruidas cinco ambulancias.
Además, se ha lamentado de la falta de medicamentos y de material médico como consecuencia del bloqueo israelí y ha denunciado que el corte del suministro eléctrico desde Israel tendrá "graves repercusiones" para la salud de los pacientes.
Ahora, dependerán para operar de los generadores eléctricos que funcionan con combustible y que podrían dejar de funcionar "por su deterioro y el agotamiento de las limitadas cantidades de combustible".