Invictos, lanzados y con ganas

Foto: Pepe Olivares
18/09/2017 - 

ELCHE. Hacía demasiado tiempo que el fútbol no tenía un derbi de estas características en partido oficial, ya que los amistosos estivales son sólo eso, amistosos. La vieja rivalidad entre franjiverdes y herculanos se ha desempolvado y desde que se supo que en Copa ambas escuadras iban a cruzar espadas no se habla de otra cosa. La Liga es el objetivo número 1, por ahí pasa la supervivencia económica de este club y todos allí dentro lo saben pero un derbi, amigo, es otra historia.

Cuando Hércules y Elche o Elche y Hércules cruzan sus caminos no importa nada más. Ni dinero, ni plantillas, ni entrenadores ni nada, solo sentimiento, rivalidad sana, de la que gusta y de la que apetece –y mucho-. El Elche llega con la moral por las nubes, seguros de lo que hacen, invictos en Liga y con el liderato de su grupo en el bolsillo y quieren poner la guinda a esta buena racha con un buen triunfo copero en casa de su eterno rival previo paso para enfrentarse a un club europeo, la cual cosa no viene mal en tiempos austeros por aquello de hacer una buena caja.

Sólo Albacar y Nino saben lo que se vive en un derbi. Lo han experimentado muchas veces. Su sabiduría y ganas deben ser contagiosas un vestuario nuevo. Mir hará cambios, como es lógico, pero salga quien salga debe tener claro que este partido es algo más que pasar de ronda. En los bares, aunque sea entre semana, sólo se habla de ello y poco tardó el veterano lateral zurdo en soltar un dardo al rival por aquello de haber puesto las entradas a precio de oro. Ahí dejó su mensaje. El partido se prevé de vértigo, con cambios, pero siempre con la rivalidad y tensión en liza. No importa las dinámicas de cada uno, en un derbi cambia todo.

Foto: Pepe Olivares

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