ELDA. Son cuarenta y nueve años, rozando el medio siglo, los que el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas ubicado en Elda lleva imprimiendo fuerza a esta veterana industria en la zona. Cuatro, los que suma Antonio Porta en el cargo como presidente de Inescop. "El instituto va a cumplir cincuenta años como una empresa muy moderna, totalmente actualizada; nuestro objetivo es seguir innovando", comienza en esta entrevista concedida hace unos días a Alicante Plaza. El centro tecnológico se divide en cuatro áreas, con cerca de un centenar de trabajadores repartidos en las mismas, con su correspondiente subdirectores, así como su director actual, Miguel Ángel Martínez, presente también en este encuentro, que tuvo lugar en el recién creado espacio demostrador de tecnologías para calzado, inaugurado el pasado mes de febrero.
"No es complicado, es imprescindible, que el calzado se adapte a las nuevas tecnologías. No hay ninguna empresa ni fábrica a día de hoy que no las esté usando, aunque sea al 25%, y no al cien por cien, están ahí". Porta reconoce cómo se ha resentido la industria a raíz de la pandemia. "El sector calzado, salvo la pequeña parte que está dedicada a hogar y trabajo, ha sido arrollado como por un tsunami. Todavía no podemos calcular el daño que va a hacer, pero es enorme, terrorífico", lamenta el presidente de Inescop. Su valoración, anterior a lo que está ocurriendo ahora con esta segunda parte del virus, ya era de pérdidas de hasta el 40% de las empresas dedicadas al calzado, el porcentaje correlativo en la facturación, y que crea una especie de efecto rebote para el instituto ubicado en Elda. "No hemos podido valorar aún qué va a ocurrir con esta segunda ola. El calzado, como industria de moda, no está recibiendo ninguna ayuda del Gobierno, solo los ERTE, y la mayoría de los expedientes en el calzado no ha sido de fuerza mayor, por lo tanto… Ni industria ni comercio está teniendo un apoyo claro", insiste Porta. "Los cursos de innovación, por ejemplo, que ofertamos, dan un apoyo a las empresas, y también han caído enormemente, simplemente porque no hay actividad", reconoce.
Martínez también lo ve claro. "Esta comarca, esta Comunidad, ha tenido la capacidad de suministrar soluciones cuando no había nada". Cubren también todo lo que se refiere a calzado EPI, de seguridad, incluso calzado sanitario, el único que más o menos ha podido salir a flote. "Fueron declarados empresas esenciales, por este motivo. Desde la fabricación hasta la distribución. La pandemia también ha producido una agilización de procesos, ha acelerado la digitalización, que sabíamos que era necesaria; el trabajar con medios digitales sin necesidad de viajar", apunta el director de Inescop. "Facilita que la industria no se pare. El no asistir a ferias supone preocuparse por los empleados", recuerda.
El teletrabajo en el calzado "solo es posible en ciertas áreas, como el diseño", el resto es presencial, recuerda el presidente de Inescop. "Advertimos a todas las fábricas para que tomaran todas las medidas de seguridad, se han reducido producciones, hay mamparas, distancias, y uso de mascarilla; la incidencia ha sido baja", insiste Porta, quien aprovecha para recordar que desde el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas se comenzó a realizar material sanitario, aprovechando la maquinaria de cosido y corte, en proceso de homologación. "Durante la pandemia, Inescop, junto con cuatro fabricantes del calzado y un proveedor de tejidos, hizo una donación; entregamos unas 400.000 mascarillas repartidas entre los hospitales de Elda, Almansa, Elche, Valencia, y también a Guardia Civil, policías", remarca Porta.
El tema de la exportación también se ha resentido, y mucho, en estos últimos meses. "Ha estado muy parado, por ejemplo, con Estados Unidos, aunque hay una continuidad con Centroeuropa, con empresas alemanas, francesas, además de españolas, y por ahí seguimos trabajando", celebra el presidente de Inescop. A nivel formativo, el instituto tecnológico -con 3.000 licencias repartidas por todo el mundo- destaca por el máster de Diseño Digital en 3D, en la UA, "referente mundial, la estrella de nuestros cursos". "Nuestras áreas se dividen en financiera-administrativa, promoción de la innovación, con proyectos nacionales, regionales, europeos para canalizar las inquietudes empresas para participar en estos fondos, y las áreas tractoras, fabricación avanzada y el demostrador de Industria 4.0., con todo el tema de la digitalización, robótica, electrónica, sensores, Internet de las cosas, y materiales y tecnología, laboratorios, materiales saludables y confort. Incluso hay una parte destinada a biotecnología", explica el director de Inescop. En resumen, su leitmotiv es claro: digitalización, robótica y sostenibilidad.
"El zapato barato, mal hecho, es un problema. Empieza a cambiar la mente de la consumidora; si quiere ser respetuosa, deja de comprar diez pares de zapatos baratos, que generan muchos residuos. El producto de más calidad lo conservas en tu armario durante mucho tiempo. No se produce esa barbaridad de deshechos. Igual pasa con las mascarillas, son mejor las reutilizables", añade Porta. "Desde nuestros laboratorios se puede hacer un cálculo de la huella de carbono, cómo va a afectar al medio ambiente; en este sentido, estamos muy agradecidos al Ivace y a la Conselleria de Economía Sostenible, formamos parte de una política industrial, hay un gran apoyo para modernizarse, con innovación, con la idea de generar empleo, que sea estable y de calidad. Existe una necesidad de empujar y acelerar ese proceso, formamos parte de esa punta de lanza para ayudar a las empresas. El demostrador es un ejemplo del apoyo Ivace", insiste por su parte Martínez.
De hecho, Inescop basa la mitad de sus ingresos en la facturación propia y la otra procede de administraciones como el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial, nacionales o europeas. "Participamos por ejemplo en el programa H2020, con proyectos que buscan robotizar distintas etapas de la fabricación del calzado, entrando en competencia con centros de investigación y universidades", explica el director del centro de tecnología avanzada. "Inescop cuenta este año con 7 millones de euros de presupuesto. El gobierno de Ximo Puig, con Rafael Climent y Júlia Company, lo están haciendo francamente bien, centrados en apoyar a la industria, y saben que para ello los once institutos tecnológicos somos importantísimos. No tenemos ninguna queja de ellos, sí de que la Comunitat Valenciana esté siempre castigada en tema de financiación por el Gobierno Central", matiza el presidente de Inescop. "Es la única comunidad autónoma que se ha desmarcado de la compra nacional: que ha dicho que con su clúster tecnológico iba a producir material sanitario. Entre todo el caos, son los mejores", subraya.
"Hay que seguir", continúa. Buscando zapatos cómodos, "pero bonitos", a la vez que respetuosos con el medio ambiente, algo que la pandemia ha hecho resaltar, siguiendo la legislación en materia de seguridad. Así lo toma, y muy a rajatabla, esto es, rigurosamente, todo el equipo que conforma Inescop y que, como siempre, está de enhorabuena.
