MADRID. Inditex sufre con la salida de Pablo Isla de la compañía, una noticia que no era esperada y que no llega en el mejor momento si tenemos en cuenta que se produce en plena vorágine con la aparición de la nueva variante del coronavirus en Sudáfrica y que ya ha llegado a Europa, incluido España, una cepa más resistente a las vacunas y más contagiosa, pero no más peligrosa. Pero vayamos por partes. Puede sorprender a algunos que la salida de una persona de una compañía afecte tanto a la cotización de sus acciones, pero es que este hombre era especial. Desde que aterrizó en Inditex el valor de la compañía se multiplicó por diez, dejando a la empresa como la mayor textil a nivel mundial y la novena en el sector distribución.
Y es que Pablo isla desembarcó en Inditex 3 años después de su debut bursátil (2001), llegó en 2004 y fue un año después cuando Amancio Ortega lo designó consejero delegado en 2005. Los números hablan por sí solos: desde ese momento los títulos de la textil española han subido en bolsa casi un 900%, mientras que el Ibex 35 en ese mismo periodo ha caído un 8%. El valor de la empresa pasó de 14.716 millones de euros a 88.000 millones (incluso llegó en un momento dado a los 110.000 millones de capitalización), mientras que las acciones marcaron un máximo histórico en el verano de 2017 casi en 33 euros. Pero todo tiene un final y en este caso el de Pablo Isla en Inditex termina dentro de 4 meses cuando el próximo 1 de abril tomará el relevo la hija de Amancio Ortega.
Decía antes que la noticia no llega precisamente en el mejor momento porque el temor a nuevos confinamientos en países y a nuevas medidas restrictivas de movilidad en otros, por no hablar del riesgo de cierres de negocios, afectaría llegado el caso a Inditex y vería mermada sus cuentas. De todas maneras es todavía pronto para saberlo, habrá que ver cómo evoluciona todo el tema, lo que sí es cierto es que su división online es un canal muy potente y podría compensar parte de las pérdidas. Además, está también otra incertidumbre, porque Pablo Isla ha dejado el listón demasiado alto para cualquiera que llegase, y tanto Marta Ortega como Óscar Maceiras tendrán que convencer al mercado con su gestión y números de que también pueden hacerlo bien, algo que todavía está por ver.
Por tanto, entra dentro de lo normal y lógico que la noticia haya caído como un jarro de agua fría y las acciones lo hayan reflejado así (unido también a Ómicron que ya venía también desinflando un poco la cotización de las acciones).
Si observamos el comportamiento de Inditex en el 2020 con la aparición de la covid 19, vemos que cayó del 21 de febrero al 13 de marzo, es decir, apenas 3 semanas solo, luego empezó a subir recuperando parte de las pérdidas y estuvo lateral hasta finales de octubre que es cuando por fin subió con fuerza y en mayo de este año alcanzó los niveles pre pandemia. En esta ocasión, por mucho que empeore el escenario con Ómicron, no va a ser, o al menos no debiera de serlo, tan negativo todo como antaño. Entre otras razones porque en esta ocasión nos pilla con la gran mayoría de la población vacunada y con las vacunas existentes adaptándose a la nueva cepa.
Pero en el caso de Inditex las dos razones expuestas producen sinergias que seguramente sigan debilitando sus acciones, al menos en el corto plazo. Si observamos el gráfico, fue entre enero y febrero de 2020 cuando se formó una zona de resistencia, la cual siempre que sido tocada ha actuado como tal, impidiendo seguir con las subidas y originando caídas. Esto sucedió este año en mayo, junio, septiembre y noviembre. Además, resulta que tanto en mayo como en septiembre coincidió con sobrecompra y generalmente una fuerte resistencia más sobrecompra casi siempre origina caídas. Tras volver a tocar la resistencia en noviembre, volvió a caer y al perder el canal alcista ya fue la confirmación de que la caída no iba a ser poca cosa.
¿Y ahora qué? Pues muchas incertidumbres con los dos frentes abiertos. Hay una zona, en 27,50 euros que está cerquita y que si llega el precio pero coincidiendo son sobreventa podríamos ver a inversores comprando en busca de rebote al alza, pero no buscando el giro del precio y que retome de nuevo la senda alcista, buscarían un rebote al alza de muy corto plazo. Es una idea con un perfil muy agresivo y de riesgo.
Ismael De la Cruz es analista senior de Investing.com