ELCHE. Vaya por delante que considero que Pacheta es el entrenador ideal para este Elche y tiene sobrado crédito. Pero eso no debe traducirse en una inmunidad a las críticas. El último partido de los franjiverdes ante el Alcorcón (1-0) da pie a bastantes. Independientemente del resultado, que nos dolió a todos por la forma de perder el punto.
El Elche, mermado por bajas muy importantes, visitaba al colíder, intratable en su campo. El encuentro se presentaba muy complicado para rascar algo positivo. El técnico burgalés ya dijo que esperaba "un partido de madurar". Lo que no vaticinábamos muchos es un planteamiento tan conservador, percibido desde los cambios en el once. Es lícito, hay muchos caminos para conseguir resultados. Pero, en mi opinión, choca con la incoherencia.
Estoy en desacuerdo con la afirmación de que el Elche no salió a ganar en Santo Domingo. Todos los equipos afrontan los partidos con la intención de hacerlo. De una forma más valiente o más defensiva. Pacheta siempre ha hablado de mantener fidelidad al modelo de juego ofensivo, independientemente del esquema, el rival y el campo. Después, los choques te llevan a unos derroteros u otros. "Ir a ganar nos hizo ascender", decía hace poco más de una semana. Pero la fuerza de la intención fue distinta en Alcorcón.
Otra incoherencia que percibo es una variación del mensaje, algo que el preparador de Salas de los Infantes ha manejado muy bien desde su llegada. Pasamos del "somos el Elche y no le tenemos miedo a nadie" a recalcar las virtudes del rival. No se puede obviar que el Alcorcón es el actual líder de Segunda. Chapó por su grandísimo trabajo. Pero con todo el respeto del mundo, por nombre y plantilla, no es el Málaga, Real Zaragoza o Las Palmas. No cito a estos tres equipos por casualidad.
De entrada, los cambios por decisión técnica: doble pivote con Manuel Sánchez y Xavi Torres y doble lateral con Tekio y Alexander. Javi Flores y Josan, al banquillo. Toda una declaración de intenciones. Un poco traición a la esencia de ataque. Entiendo que las goleadas en las dos últimas salidas influyeron.
Soy el primero que dice que en los partidos hay dos equipos y un balón. A veces, tu equipo no lo tiene no porque no lo quiera, sino porque el rival te lo gana. Pero tampoco vi al Elche con intenciones de manejar la posesión. Juego directo a Benja, que no tiene la capacidad de Sory para esa idea, y poco más. El balance: una actuación global muy pobre en fase ofensiva (sólo un remate a puerta) y una derrota cruel, pero justa e incluso corta por los méritos alfareros. No vi un equipo "estable y compacto", como dijo Pacheta.
Que Dani Jiménez, actual Zamora (no jugó por lesión), ha sido suplente en los tres últimos años. Que a Eddy Silvestre le echaron' de Cádiz y Nàstic. Que Juan Muñoz era suplente en un equipo que se salvó 'in extremis' la temporada pasada. Que David Fernández y Jonathan Pereira eran descartes del Real Oviedo. Que Sangalli y Dorca venían de un descenso a Segunda B. Que Álvaro Peña y Borja Galán se incorporaron desde Segunda B. Que tiene el quinto límite salarial más bajo de la categoría.
No sé si a partir de ahora vamos a ver a un Elche más conservador a domicilio. Rubén Baraja ya cambió el estilo después de encajar dos goleadas. Menos preciosista, pero a mí dame permanencias en abril. Si Pacheta cree que es necesario para conseguir el objetivo, adelante. No seré yo (espero) el que tilde de cagón a un entrenador si la propuesta funciona. En Alcorcón no salió, pero siempre quedará la duda de qué habría pasado con Sory.
La realidad de la Liga está mostrando las limitaciones de la plantilla franjiverde. Hay que verlo con perspectiva. De momento, fuera del descenso cumplido el primer tercio. Partido a partido. Toca volver al Martínez Valero, fundamental para la salvación. #GanarAlAlbacete.