ALICANTE. La empresa alicantina de helicópteros Inaer, con sede en el aeródromo de Mutxamel, ha cambiado de nombre para adoptar el de su propietario, el grupo británico Babcock International. Según ha publicado el Boletín Oficial del Registro Mercantil, la empresa de helicópteros más grande del sur de Europa abandona su denominación actual, Inaer Helicópteros SAU, para pasar a conocerse como Babcock Mission Critical Services España S.L. (Babcock MCS España).
El grupo británico compró Inaer al hacerse con la italiana Avincis (propiedad de la familia Bonomi a través de su fondo de capital riesgo Investindustrial, propietario también de la alicantina Goldcar o de Portaventura) en marzo de 2014, por 2.000 millones de euros. La compra de Inaer permitió a este holding extender su área de operaciones al sur de Europa, donde todavía no estaba presente.
El cambio de nombre de la empresa llega justo cuando la antigua Inaer está bajo la lupa de la Justicia, junto a otras empresas, por la conocida como Trama del Fuego en la que se investiga el presunto amaño de las adjudicaciones de contratos de extinción de incendios en varias comunidades autónomas, y por la que fue detenido el exconseller y ex delegado del Gobierno Serafín Castellano. Inaer fue una de las empresas registradas por la Policía en una macrorredada que se saldó con 20 detenidos en enero de 2016, y en paralelo, la Fiscalía del Tribunal de Cuentas denunció en noviembre presuntas irregularidades en la adjudicación a Inaer del servicio de extinción de incendios y salvamento.
Tal como desveló Alicante Plaza el pasado noviembre, la Agencia de Seguridad y Emergencias tiene previsto prorrogar el contrato que ahora presta Inaer y cuya primera prórroga (contemplada en la adjudicación) vence en febrero. La ampliación será por seis meses, de forma que la nueva Babcock MCS España prestará el servicio hasta octubre de este año. Y, según explicaron en su momento fuentes de la Agencia a este diario, el Consell no vería con malos ojos que la antigua Inaer volviese a presentarse a la licitación del servicio, y que lo siguiese prestando en caso de ser la mejor oferta. En este sentido, hay que tener en cuenta que pocas empresas pueden competir en prestaciones con la alicantina.
La erosión de su imagen por la Trama del Fuego no parece haber pesado sin embargo en el negocio de la compañía con sede en Mutxamel. En el ejercicio cerrado en marzo de 2016 (la firma cambió la fecha de cierre, que antes coincidía con el año natural, tras ser adquirida por Babcock), Inaer facturó 196 millones de euros, apenas un 5% menos que en el anterior ejercicio completo, el de 2014 (al cambiar la fecha de cierre, Inaer presentó cuentas por el primer trimestre de 2015 como un ejercicio independiente, con unos 44 millones de ingresos). Es más, desde que estalló la trama, la firma se ha adjudicado varios contratos más, tanto con Gobiernos regionales como el de Castilla-La Mancha (prestación del servicio de helicópteros sanitarios por 24 millones para cinco años) como con el Ministerio de Medio Ambiente.
Inaer nació en 1983 como Helicópteros del Sureste, para dar uso a tres helicópteros que hasta ese momento se habían dedicado a fumigar cultivos de tomates en la zona de Mutxamel y que ya no eran necesarios por la modernización de los cultivos y la instalación de invernaderos. De hecho, en sus comienzos la firma estaba participada por Bonnysa y la citrícola Pascual Hermanos, junto con el fundador e histórico presidente de la firma (salió con la venta a Babcock), Luis Miñano, quien precisamente había trabajado como fumigador para las anteriores.