VALÈNCIA (EFE). Las presentaciones, por parte de Iberdrola y Repsol, de sus resultados hasta marzo han inaugurado la primera rendición de cuentas correspondiente al ejercicio 2024 de las grandes energéticas, con el visto bueno de un mercado cuyas expectativas se han visto superadas hasta ahora.
Los números del trimestre se han situado por encima de lo esperado por los analistas, quienes destacan, sobre todo, el cambio hacia un perfil de negocio con más visibilidad y menos volátil de Iberdrola, compañía que disparó un 86 % su beneficio neto debido, principalmente, a la venta de activos en México.
De acuerdo con la información proporcionada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán se anotó un beneficio neto de 2.760 millones de euros entre enero y marzo, frente a los 1.485 millones del mismo periodo del ejercicio anterior.
Sin embargo, esta cifra incluye 1.165 millones de euros por la venta de activos en México y 238 millones por la recuperación del déficit en el negocio comercial del Reino Unido, de modo que de no tener en cuenta estos elementos, el beneficio habría crecido un 28 %.
En cuanto al resultado bruto de explotación o ebitda, éste fue de 5.857 millones, un 44 % más, aunque si se excluye la operación de México se quedaría en 4.140 millones, igualmente superior en comparativa interanual.
Con estos números, que mejoran el consenso del mercado, la energética mejora ligeramente sus perspectivas para este año, en el que confía en ganar más de 5.000 millones de euros por primera vez en su historia.
Repsol, por su parte, registró un beneficio neto de 969 millones de euros en el primer trimestre, un 13 % menos que los 1.112 millones a cierre del anterior marzo, ante la fuerte caída de la cotización del gas Henry Hub, referencia para el mercado estadounidense y la energética, y los menores márgenes de refino.
El resultado ajustado, que mide específicamente el funcionamiento de los negocios, fue de 1.267 millones de euros, un 33 % menos, en tanto que su ebitda retrocedió un 20,5 %, hasta los 2.143 millones, y su ebitda CSS, descontada la variación en el valor de las existencias y extraordinarios, bajó un 30 %, a 2.144 millones.
Unas cifras que, "aunque reflejan una dura comparativa respecto al año pasado", están por encima de lo esperado, subrayan los analistas de Bankinter, que mantienen una opinión positiva sobre la compañía, con un balance saneado y poco apalancado, un "sólido" plan estratégico y la remuneración al accionista como atractivo.
Endesa será la próxima en presentar los resultados de este primer trimestre, un periodo en el que, en 2023, logró un beneficio neto de 594 millones de euros, un 75,7 % más, beneficiada por el descenso de los precios mayoristas del gas.
La compañía, participada en un 70 % por el grupo italiano Enel, ahora reforzado en el consejo, comunicará sus cuentas el próximo 8 de mayo, un día antes que su matriz.
Lo hará apenas dos semanas después de celebrar su junta general de accionistas, en la que el consejero delegado de Endesa, José Bogas, arremetió nuevamente contra el gravamen temporal y extraordinario a las energéticas, y aseguró que mantenerlo detrae opciones a la capacidad de invertir y afrontar con éxito la transición energética.
En términos de negocio, admitió que contemplan la participación de socios para desarrollar determinados proyectos renovables.
A diferencia de las anteriores, Naturgy no presentará resultados, y es que desde el 3 de mayo de 2021, con la entrada en vigor de la norma que modifica el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital, la publicación de las cuentas trimestrales es voluntaria.
Así pues, habrá que esperar a conocer las semestrales, aún sin fecha, para comparar el desempeño respecto a 2023.
Entre enero y junio de ese año, la multinacional ganó 1.045 millones de euros, un 87,6 % más, por la buena marcha de las actividades liberalizadas internacionales y la evolución positiva del resultado financiero.
Pero antes está por ver qué sucede con la opa u oferta pública de adquisición que negocia el grupo estatal emiratí Taqa.
La propia Taqa confirmó que mantiene conversaciones con los principales accionistas de Naturgy: CriteriaCaixa, el holding de participadas de La Caixa, que posee el 26,7 % del capital; el fondo británico CVC (20,7 %) y el estadounidense GIP (20,6 %), recientemente adquirido por BlackRock.
Todo apunta a que los fondos -que entraron en 2016 y 2018 en sustitución de Repsol- quieren vender, mientras que La Caixa querría aumentar su participación, lo que abre la puerta a una opa conjunta.
La compra del capital de CVC y GIP llevaría a Taqa a lanzar una opa por el 100 % de Naturgy, como obliga la ley cuando se quiere adquirir más del 30 % de una sociedad cotizada, pero una de las dudas es qué hará el fondo australiano IFM, que controla otro 15 %.
Por lo pronto, el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ha renunciado esta misma semana a cobrar su incentivo a largo plazo y retomará su esquema de remuneración de 2018 para "seguir actuando con absoluta independencia y neutralidad" ante una posible opa.