Central fotovoltaica en construcción, en una imagen reciente. Foto: D. M.ALICANTE. El año 2020 trajo consigo una eclosión del sector de las energías renovables que venía larvándose durante los dos ejercicios anteriores, desde que el Gobierno central eliminó el controvertido 'impuesto al sol'. Y los grandes inversores han puesto desde 2019 sus ojos en la provincia de Alicante como uno de los territorios clave para impulsar grandes plantas fotovoltaicas con centenares de megavatios de potencia (MWp) previstos a corto plazo.
La 'fiebre solar' no solo ha atraído a grandes multinacionales, sino que también han entrado en los últimos tiempos empresas locales y nacionales con energía adjudicada en las últimas subastas, o con la estrategia de promover grandes plantas para vender luego los proyectos, como pueden ser X-Elio, Green Capital, Himin Solar, Premier, la castellonense Valfortec o la alicantina Prosolia, entre otras. Pero antes de que finalizase el año, otras dos grandes empresas se han sumado a esta particular 'fiebre', animada por el nuevo decreto de renovables del Consell, con la intención de sumar otros 100 MW a la potencia solar instalada en Alicante a corto plazo.
Se trata de la española Iberdrola, que promueve su primer parque solar propio en la provincia en término de Villena, y de la británica Hive Energy, que impulsa su segunda gran instalación en Alicante tras la que tiene en marcha en la localidad de Beneixama. Cada una de las plantas tendrá una potencia de 50 MW, lo que significa que su tramitación depende de la Generalitat (a partir de esa potencia pasan a depender del Ministerio), por lo que ambos proyectos podrán beneficiarse en 2021 de la simplificación de los trámites promovida por el Gobierno valenciano, si alcanza un acuerdo en la comisión bilateral con el central (que cuestiona 12 artículos del decreto).
Iberdrola proyecta su primera planta propia en la provincia en la zona de La Encina, en término municipal de Villena. La instalación, FV Alhorines, ocupará una superficie de 52 hectáreas en la citada zona, y contará con una potencia de 50 megavatios, capaz de producir energía limpia para abastecer a más de 25.000 hogares y evitar así la emisión a la atmósfera de 15.700 toneladas de CO2 por cada año que opere, según destacaron fuentes de la empresa. Iberdola ha cifrado en 24 millones de euros la inversión que acometerá para poner en marcha esta instalación, que se suma a la que impulsa en la zona de Ayora.
En cuanto a Hive Energy, la multinacional británica, que tiene en Alicante su sede en España, promueve una instalación de 49,9 megavatios en el término municipal de la capital alicantina, del que por ahora se desconocen más detalles (como su ubicación o la inversión necesaria). No obstante, en la documentación remitida a la Conselleria de Política Territorial para iniciar los trámites la firma energética aporta los contratos necesarios para ocupar el suelo que necesitará la instalación. Hive empezó a tramitar este año la DIC para poder ejecutar la planta en suelo rústico, aunque el cambio legislativo del Consell podría facilitarle los planes.
De hecho, la empresa que promueve esta instalación (la cuarta en Alicante ciudad, tras las que promueven en Fontcalent Granjas Solares y Prosolia, y el proyecto de Powergrid en Las Atalayas) es Beneixama Hive, la misma filial que ha puesto en marcha la planta de 50 MW de la firma británica en el municipio del Alto Vinalopó. La planta de Beneixama Hive, de hecho, puede esgrimir el hito de haber sido la primera de la provincia en conseguir la declaración como inversión estratégica de la Conselleria de Política Territorial, tras la entrada en vigor del decreto de renovables del Consell.
