ALICANTE. Hidraqua ha apostado desde hace años por la puesta en marcha de soluciones para la gestión sostenible del agua y la lucha contra el cambio climático. Además, en estos momentos, algunas de estas soluciones basadas en el autoconsumo, ayudan a compensar los incrementos de energía eléctrica. Ejemplo de ello son las cogeneraciones que existentes en varias estaciones depuradoras donde opera Hidraqua y sus empresas participadas en la Comunitat Valenciana. Este proceso permite utilizar como combustible el bio-metano producido en la digestión de los lodos generados en la depuración de aguas residuales. Este biogás se valoriza produciendo energía eléctrica para autoconsumo, permitiendo reducir el coste energético de las estaciones depuradoras.
Otro ejemplo de ahorro energético se encuentra en el huerto solar de Santa Pola que, con una extensión de 53.000 m2, el equivalente a unos 60 campos de futbol evita anualmente que se viertan a la atmósfera unas 800 toneladas de CO2. La instalación, puesta en marcha por Hidraqua y el Ayuntamiento de la localidad, supuso una inversión de 7 millones de euros.
Esta planta solar produce aproximadamente 1,5 millones de kW hora/año, un 40% más que lo que se consume en las instalaciones del servicio de agua potable y alcantarillado. Las placas, colocadas sobre unos seguidores solares, se encargan de seguir la trayectoria del sol aprovechando toda la energía solar y generando un 30% más de energía que las placas fijas.
Además de tratarse una solución sostenible a nivel medioambiental, implica también una solución económicamente sostenible, asociada al ahorro en la compra de energía eléctrica. Aun así, la instalación requiere la supervisión continua del personal de Hidraqua, intensificadas durante rachas fuertes de viento.
Esta solución se une a otras iniciativas sostenibles puestas en marcha por la compañía en el municipio y que le han permitido además reducir el consumo de agua potable pese a que la población se ha incrementado alrededor de un 14% en los últimos años. Así, Hidraqua controla en tiempo real el estado de todas las instalaciones y ha realizado importantes inversiones, de la mano del Ayuntamiento de la localidad, para mejorar el estado de las instalaciones vinculadas al ciclo integral del agua; entre otros. Así, desde 2006 se ha conseguido reducir su consumo de agua potable entorno a un 25%; un dato que se completa además con la creciente conciencia ciudadana sobre el uso responsable del agua potable.