Hamilton echa cuentas

MADRID. A falta de seis Grandes Premios para la clausura del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, el británico Lewis Hamilton (Mercedes) empieza a poner el cerco al que sería su quinto título.

Acomodado en el primer puesto de la clasificación de pilotos, con una jugosa renta de 40 puntos sobre el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), el último campeón del mundo ve medrar la posibilidad de equipararse con el argentino Juan Manuel Fangio, ganador de cinco campeonatos entre 1951 y 1957. En el contador del inglés se alumbran los cuatro entorchados conseguidos en 2008, 2014, 2015 y 2017.

En el cierre del Mundial, el 25 de noviembre en Abu Dabi, Hamilton confía en tener uno más para proseguir su aproximación al legendario piloto alemán Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo. A ese horizonte apunta también Vettel, triunfador -como Hamilton- en cuatro ocasiones.

Esta temporada parece encaminada a disolver el empate entre ambos porque los finlandeses Kimi Raikkonen y Valtteri Bottas permanecen como actores secundarios. Los dos pierden la comparación con sus compañeros de equipo. Hamilton le saca 110 puntos a Bottas; Vettel tiene 67 más que Raikkonen.

En el Autódromo de Sochi, por tanto, el foco volverá a situarse en el duelo Hamilton-Vettel y, por extensión, Mercedes-Ferrari.

Con cuatro victorias en las cinco últimas carreras, el piloto de Stevenage acelera para decantar el pulso a su favor. Con una renta de 40 puntos afrontará las seis últimas citas del calendario.

Aunque ese "margen es saludable", el director del equipo Mercedes Toto Wolff reparó en que "todavía queda un largo camino por recorrer". En los dos próximos meses, definitivos para la resolución del Campeonato del Mundo, la actividad se trasladará de Rusia a Abu Dabi, con paradas en Japón, Estados Unidos, México y Brasil.

"Mostramos una excelente actuación en Singapur y la victoria fue una recompensa fantástica por todo el trabajo duro que se había dedicado a ella. Pero también reforzó otro punto: no hay victorias fáciles esta temporada. Tenemos que luchar mucho en cada Gran Premio para tener la oportunidad de luchar por las victorias. Esta lucha continuará en Rusia", expuso Wolff.

El Autódromo de Sochi, diseñado como circuito urbano por Hermann Tilke, está ubicado en el parque olímpico que albergó los Juegos de Invierno en 2014. Ese año fue el primero que se celebró el Gran Premio de Rusia y Lewis Hamilton fue su primer vencedor.

Entonces el inglés mantenía una apretada lucha por el campeonato. En ese tramo enlazó cinco triunfos que le permitieron ceñirse la corona. Repitió triunfo en 2015. En 2016 y 2017 el éxito perteneció a sus compañeros de equipo, Nico Rosberg y Valtteri Bottas. Sochi es, por tanto, un coto vedado por Mercedes.

El cambio de fecha, sin embargo, plantea un nuevo desafío. "No tenemos datos con las actuales regulaciones en las actuales condiciones", remarcó Wolff.

En la fábrica alemana esperan, además, que tanto Ferrari como Red Bull den un paso al frente para tratar de quebrar su racha ganadora en Sochi. El holandés Max Verstappen (Red Bull) confesó que el domingo quiere celebrar su vigésimo primer cumpleaños con una carrera "para recordar" y su compañero, el australiano Daniel Ricciardo, también se postuló como candidato.

"Estaría bien dedicarle la victoria", bromeó.

Tras los tres gigantes aspiran a terminar McLaren y Renault. Los españoles Fernando Alonso y Carlos Sainz fueron en Singapur el 'campeón' y el 'subcampeón' del resto de escuderías.

En la carrera del domingo, que se disputará sobre 53 vueltas al trazado de Sochi para un total de 309.745 kilómetros, el asturiano y el madrileño aspiran a repetir en los puntos.

Volverán a librar su particular puja con los Haas, Force India, Toro Rosso, Sauber y Williams.