ALICANTE. La parálisis que trajo consigo la tercera ola de la pandemia entre enero y marzo, con miles de negocios otra vez cerrados para prevenir contagios y horarios más restringidos para los que quedaron abiertos en la Comunitat Valenciana, tenía que notarse a la fuerza en la actividad recaudatoria de la Agencia Tributaria. A menos actividad, menos impuestos. Y si al cierre de 2020 la caída de la recaudación en la provincia de Alicante se cifraba en un 5,1% (con 3.400 millones de euros), en el primer trimestre de 2021 esta tendencia se ha acentuado.
Según el informe mensual de la Agencia Tributaria (Aeat) sobre la recaudación por delegaciones, el fisco ingresó 815 millones de euros en total en el primer trimestre en la ventanilla de Alicante. Es decir, un 7,8% menos que en el mismo periodo de 2020 (884,5 millones), cuando la pandemia y el cierre total de los negocios no esenciales se produjo en la segunda quincena de marzo y afectó de forma menos notable que la tercera ola en este primer periodo de 2021. La caída de la recaudación en la provincia contrasta con el incremento del 2% en los ingresos de Hacienda en la Comunitat (3.500 millones), gracias sobre todo a València.
Entre los principales impuestos que gravan la actividad económica, llama la atención el comportamiento dispar del IRPF y el IVA. Mientras el primero, que grava las nóminas que se pagan en la provincia, aumenta ligeramente pese a la crisis impulsado por las prestaciones por desempleo y los ERTE (que han sostenido las cotizaciones), el segundo, que depende directamente de la 'alegría' en el consumo, se hunde nada menos que diez puntos. Algo que entra dentro de la lógica si se tiene en cuenta que durante dos meses del periodo no se podía consumir en los locales de hostelería y había que llegar a las tiendas antes de las seis de la tarde para poder comprar.
Así, la Aeat ingresó durante el primer trimestre 349,6 millones de euros por las retenciones aplicadas a las nóminas de la provincia de Alicante, casi un 1% más que en el mismo trimestre de 2020. Destaca el importante repunte en el mes de marzo que compensó el comportamiento los dos meses anteriores (peores que los del año pasado, sin pandemia). En cuanto al IVA, Hacienda recaudó 414 millones de euros por las facturas pagadas en la provincia, un 10,1% menos que en el primer trimestre de 2020 (461,2 millones). En este caso, la tendencia es similar, aunque más positiva, en la Comunitat: el IRPF sube 5 puntos y el IVA cae solo uno.
Donde más se nota que la crisis sanitaria se ha convertido en económica, con todo, es en la recaudación por el impuesto de Sociedades, que grava los beneficios empresariales. No es que la recaudación haya caído, es que directamente a Hacienda le sale a devolver en el primer trimestre. Según el informe de la Aeat, de enero a marzo han salido de la caja del fisco en Alicante 12,6 millones de euros por este concepto, al tener que devolver adelantos a cuenta de las empresas. Es cierto que el primer trimestre suele ser negativo para la Aeat en este tributo, pero el importe negativo de 2021 casi quintuplica el de 2020, cuando fue de -2,8 millones. En España, el importe devuelto se ha incrementado solo un 7%.
Por último, en lo que respecta a los impuestos especiales, que gravan el combustible, el alcohol o el tabaco, entre otros productos (y que por tanto son otro indicador de la actividad económica vinculada al transporte y del consumo), la caída de la recaudación en el primer trimestre es del 50%, al pasar de 27,4 millones de euros en 2020 a 13,6 millones en lo que va de año. En este caso, la caída en la Comunitat es de 22 puntos, y en el conjunto de las delegaciones territoriales de Hacienda del 15%. De nuevo, Alicante muestra un comportamiento peor que la media.
Volviendo al dato general, Hacienda ingresó en toda España 44.355 millones de euros en el primer trimestre, un 3,5% menos que el año anterior, por tanto con una caída menos acusada que en la provincia. Solo en seis comunidades autónomas, sin contar Ceuta y Melilla, se incrementó la recaudación total en el primer trimestre (entre ellas la Valenciana), y donde más creció fue en Castilla y León, Asturias y La Rioja.